La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Pescando el Río Malleo. Un antiguo amor.

Buscar en los rincones del recuerdo...esos que se tiñen de sepia, y encontrar al Malléo, es habitual.
Me tráe siempre, excelentes y cálidos pensamientos. De sus escenarios diversos y en cada uno de ellos... mi primer maestro en el fly fishing...mi padre.

Recuerdo la fascinación de su cara cuando nos acercábamos a él; hoy...la misma mía.

La que descubro en el reflejo del vidrio de la camioneta, cruzando el Puente Blanco.

El Puente Blanco, legendario. Me recibe con un zapateo de madera noble. El que metro a metro anuncia la jornada esperada. Jornada que desde ya, resultaría extremadamente dificultosa. La baja temperatura, el fuerte viento del sur, y el cauce inchado; sin rodeos nos desafiaban a cara o cruz.

La suerte tirada...y ya era jornada en marcha. Las puertas de una tranquera amiga nos dieron paso a un sector privilegiado del río. Pero en estas circunstancias, donde el agua apenas no desbordaba, donde el mercurio con esfuerzo tomaba su decena... este privilejio solo significaba, poca presión de pesca.

Valor que a su momento notaríamos. Ulpiano, toma su primera Trucha Marrón del día. La corta batalla en las raudas aguas en descenso, fue apoyada por su vara #6. La trucha tomo su Doctor Lecter, con extremada violencia.Los ánimos avivados y los pasos apurados de los mas atrasados en los preparativos, empujaban al grupo al hilo de agua... al veril. Ansiosos por correr la misma suerte.

La situación morfologica del río determinaba una gran corredera, que determinaba en su costura un profundo veril. Un óptimo lugar para el posicionamiento de las grandes.

Las estrategias...variadas, acorde a las preferencias. Pequeños streamers, dieron los resultados primero, pero las ninfas también hicieron estragos en las Arco Iris principalmente.

Las horas pasaban y los cast se hacían centenas, entre fuertes ráfagas de viento patagónico. Un instante, me tomo y cambio de mosca. Veníia trabajando con una Wolly Bugger Bed Head Olive, una Matuka Marrón y tome la iniciativa de atar a mi 3x, una Sugg Buggs Verde y Naranja, en alambre #10. La linea de estrategia a fondo fue una Masrtery Series de Scientific Anglers, Wet Tip Express, WF del 200, proporcionándome en 20 metros de trabajo... una interesante y adecuada profundidad.



Terminaba el largo de mi línea llevada por la corriente principal, previo med, para posicionarla justo en el flujo laminar. Comienzo a retomar línea con pequeños tirónes de natación y dejo ir... metros de trabajo igual y una poderosa Marrón ataca mi engaño. Arquéa mi vara la levitación refleja de mis brazos. Es espasmo profundo me anticipa su raza, su sangre y su tamaño.


Continúo tomando rápidamente línea, pero una carrera estrepitosa y veloz al fondo, rompe literalmente mi gastado reel. Era hora del plan B...tomando con la mano, el control de la línea y a duras penas pudiendo guardar línea. La exigencia del animal, su poderío y sanidad muscular y energética, me llevaron mas de diez minutos de batalla , sumando unos doscientos metros de caminata acelerada para equiparar las fuerzas de la trucha, de la corriente y mi maltrecho mecanismo.

Jorge, el Oso y el negro Ponce, iban conmigo...El fin llegaba. A unos escasos dos metros, mi travesía de doscientos metros terminaría. Un pozo verde muy profundo daría nueva cara o cruz a la Marrón...y a mí.



Le pido entonces al cielo, a mi tippett 3x y a mi vara un poco de buena suerte . Invierto nuevamente la trayectoria de lucha de pardo animal.


Lo acerco como decenas de veces y Jorge, rápidamente de da amparo en el copo.




Las respiraciones agitadas sentían alivio, al tenerla entre las manos. Un macho espectacular abría su boca . Su mandíbula comenzaba a pronunciarse.

El privilegio que me dió esa Brown Trout, queda impregnado en mis manos, en mi alma y por el resto de mi vida.


El dejarse tomar, después de esa gran lucha. Su dignidad animal... su entrega. Establecen en nosotros los mosqueros, un pacto. El pacto de la bestia y el hombre. La que esta vez me dejo ganar. END

Autor: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Jorge Aguilar
Protagonistas: Ulpiano Suarez, Jorge Aguilar Rech, Carlos Ponce, Manuel Linares y el Oso Jorge


1 comentario:

Jorge Aguilar Rech dijo...

Dario Pedemonte para browntroutarge.
mostrar detalles 06:14 (hace 5 horas)

Excelente nota Jorge , las truchas después de todo no son tan selectivas , pueden rendirse ante una “banda” como los mendocinos de la experiencia . Un abrazo a TODOS y felicitaciones . Darío.