La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

La pelea justa.

Mi padre, en esas charlas junto al río... me dijo - si quieres conocer a alguien verdaderamente, invitalo a pescar... en ese momento, juro, no lo entendí en plenitud, pero...cercano a mis cuarenta, me doy cuenta que gran valor tiene ello.
En el río se despiertan instintos dormidos, la relación del hombre con la naturaleza, demuestra su perfíl como ser, en la forma en que se relaciona con la sociedad.


Cuando maneja a su presa, la cuál esta en inferior condición, es un momento crucial para darle dimensión a este aspecto del ser.


Alguna vez comente... aquí se dimensionan los pescadores.
Unos amigos patagónicos, prepararon un excelente trabajo sobre la captura, la pelea, la forma, la devolución y todas las circunstancias que intervienen en la captura y la devolución.
En este trabajo, los colegas de Limay Medio, se comprometen en explicar los cambios fisiológicos, que se producen en los peces una vez que los clavamos en nuestros anzuelos y comienza la lucha del mismo por liberarse, poniendo toda su musculatura en acción.

Los peces como muchos animales, tienen dos vías para obtener la energía que necesitan para todas las funciones que involucran su actividad vital. La primera es la vía aeróbica, la mas común, la que se utiliza la mayor parte del tiempo, mientras el pez nada normalmente y realiza todas sus funciones vitales.

La segunda es la vía anaeróbica, que se utiliza cuando el oxigeno que entra al organismo, no alcanza para quemar toda la energía que el pez necesita en ese momento, debido por ejemplo, al esfuerzo extra a que es sometido. Es aquí donde recurre a esta segunda opción, que entra a proveer la energía que no es producida por la primera, quemando energía (ej. glucógeno) en forma anaeróbica (sin la presencia de oxigeno) y proveyendo al organismo ese plus de energía faltante, que no es cubierto por la vía aeróbica.

Estos momentos de extrema exigencia física, se dan no solamente cuando los clavamos en la punta de nuestros lideres, sino también en determinados momentos durante las migraciones de desove (habrán visto a los salmones remontando rápidos o cascadas verdaderamente exigentes) y en numerosas interacciones predador-presa (ej: cuando el pez lucha por su vida ante el ataque de un depredador que esta por encima en la cadena alimentaría).

Aquí nos damos cuenta que la evolución dotó a los peces, con estos mecanismos que amplían su arsenal biológico para la supervivencia de su especie. Entonces recapitulando, vemos que en condiciones normales, al pez le alcanza el oxigeno obtenido para quemar toda la energía que necesita, pero si se le presenta una exigencia extra, utiliza un sistema metabólico que no requiere de ese oxigeno para acceder a la energía necesaria.

Que tiene de malo esto? Tiene el problema de que esta segunda vía no se puede usar de manera ilimitada, como la primera, pues produce metabolitos, (desechos biológicos) que más allá de un determinado limite, resultan nocivos para el organismo y que pueden conducir a la muerte del animal.

Expliquemos un poco, el glucógeno (una de las fuentes energéticas que debe usar el pez) por la vía anaeróbica, se descompone en ácido láctico, el cual rápidamente se disocia en lactato y protones metabólicos, algunos de los cuales pasan al torrente sanguíneo.

La acumulación de dichos protones metabólicos, causan un descenso del PH tanto en la sangre como en el músculo, dicho de otra forma los acidifican.

Si el esfuerzo muscular persiste mas allá de un limite dado, se producen serios disturbios metabólicos, producto de la alteración de la hemostasis del organismo. Dicho de otra forma, la alteración de la capacidad del organismo de mantener su equilibrio interno, mayormente el equilibrio iónico, osmótico y de los fluidos internos, provocando en el peor de los casos la muerte del pez.

Debemos tener en cuenta que muchos peces no mueren inmediatamente luego de su devolución al agua, sino que puede ocurrir mayormente dentro de las 24 hs posteriores al episodio.

La cantidad de tiempo que tarda un pez, en llegar a un punto sin retorno de esta situación, varía de acuerdo a la especie en cuestión, al tamaño del pez, al estado nutricional, al entrenamiento, a la temperatura del agua y al nivel de oxigenación del medio, entre varios otros.

Veamos brevemente los factores más importantes, involucrados en la resistencia del pez a esta exigencia extrema, que es el tremendo esfuerzo muscular que implica la lucha por su vida.

La especie

Estudios realizados sobre truchas arco iris (Oncorhynchus mykiss) en Alaska, cuando el proceso de captura y devolución excede los dos minutos, comienzan a tener serios problemas.

Produciéndose una significativa elevación de la tasa de mortalidad de las mismas. Sin embargo en los salmones del atlántico (Salmo salar) este umbral recién lo encontramos aproximadamente a los once minutos, mientras que las truchas marrones (Salmo Trutta), se ubican en una posición intermedia.

Podemos decir como regla general que las especies predadoras que viven en aguas rápidas y oxigenadas (salmones, truchas, dorados etc.) son mas sensibles a este tipo de procesos de stress fisiológico que las especies mas lentas de aguas mas tranquilas y menos oxigenadas.

El tamaño

En general es aceptado que a mayor tamaño del salmónido, mayor es su capacidad para el uso de la vía anaeróbica, en truchas arco iris se comprobó, que la capacidad biológica de usar esta vía, aumentaba hasta los de 50 cm. de longitud del pez, permaneciendo igual o decreciendo levemente, para los tamaños mas grandes.

Sin embargo hay algo a favor de los peces más chicos, pues si bien estos llegan al agotamiento físico rápidamente, se recuperan en forma más veloz que los grandes.

La nutrición

La mala nutrición o falta de alimentación durante algún tiempo (Ej. durante las migraciones de desove), producen un menor nivel de glucógeno disponible a nivel muscular. Por lo tanto al tener menos energía disponible, durante la lucha, su perfomance será menor que si el pez se encuentra adecuadamente alimentado.

No obstante cuando se estudia la capacidad de recuperación de dichos peces, no se
encontraron diferencias significativas con los mejor nutridos.

Para decirlo más claramente una trucha mal alimentada quedara mas rápidamente exhausta, pero se recuperara en forma normal.

El entrenamiento (training)

Los peces que ocupan ambientes que requieren un esfuerzo físico mayor para sustentar su actividad, están en mucho mejores condiciones fisiológicas, para resistir episodios de esfuerzo extremo.

Esto esta relacionado a que poseen

1-una mayor capacidad de quemar energía en forma aeróbica;
2-una mayor capacidad de la vía anaeróbica;
3-una mas rápida capacidad de recuperación asociada a una sangre y músculos con buena capacidad buffer (buena capacidad de mantener el equilibrio interno).

En base a esto podemos inferir, que la trucha que pescamos en un río, será más resistente a episodios de captura y devolución que una que habita en un lago.

Temperatura

La temperatura del agua es uno de los factores físicos mas importantes, que afectan la fisiología del los peces, pues ellos toman su temperatura corporal del medio (eco termos).

Los estudios realizados hasta ahora, no han dejado claro la influencia de la temperatura, en la capacidad del uso de las vías aeróbica/anaeróbicas. Sino más bien han descubierto la influencia que ejerce la misma en el potencial de recuperación de los salmónidos.

En general la tendencia es que a mayor temperatura del agua, menor es la capacidad de un pez determinado, de recuperarse luego de ser sometido a un stress muscular.

Otra cuestión es que aunque el pez sobreviva, el stress provocado le ocasione toda una serie de trastornos sub-letales, como alteraciones de la reproducción, de los hábitos alimentarios, de la resistencia del organismo a enfermedades, parásitos etc.

Creo que ahora tenemos mas claro el porque debemos acortar la pelea que sostenemos con el pez, pues unos minutos mas de diversión y traerlo totalmente agotado, comprometen seriamente su vida. Tal vez deberíamos poner énfasis en disfrutar mas en la satisfacción que nos produce el engañarlo con nuestra mosca, que la lucha que plantea el pez por su vida.

Para esto tengamos en cuenta siempre pescar con los equipos dimensionados a lo que se espera capturar.

Muchos estudios llevados a cabo en Estados Unidos y Europa, han investigado los efectos de los distintos anzuelos en la supervivencia de salmónidos luego de ser devueltos al agua por pescadores que practican pesca y devolución. En algunos de estos estudios se basa este resumen que haremos a continuación, principalmente desde el punto de vista de la pesca con mosca y sobre el final del artículo haremos una mención de otras modalidades de pesca.

La clavada

Los anzuelos pueden clavarse en dos tipos de áreas:


1-áreas sensibles: esófago, ojos, agallas, lengua, etc.

2-áreas no sensibles: la mandíbula, la raíz de la boca, etc.

Aquí, vemos los resultados de un estudio sobre truchas arco iris pescadas con anzuelos J comunes en la modalidad de pesca con mosca, discriminando las áreas donde se clavan los anzuelos:







73% clavadas en mandíbulas............ 1% mortalidad
11% clavadas en ojos........................ 44% mortalidad
7% clavadas en lengua y agallas
9 % clavadas en otras zonas no sensibles

La zona con mayor incidencia de clavadas es la mandíbula, dato que coincide con nuestra experiencia como pescadores de truchas.

Que importancia tiene el lugar donde se clava el anzuelo?

Mucha importancia, ya que los porcentajes de supervivencia varían de acuerdo a donde se claven nuestros anzuelos.

Estudios realizados, muestran que si la clavada es en la mandíbula, el porcentaje de mortalidad no llega al 1%, mientras si es el algún área sensible, la mortalidad puede ser superior al 40%, sobre todo si el daño va acompañado con sangrado de la herida.

Las investigaciones demuestran que el 55% de las clavadas en áreas sensibles van acompañadas de sangrado, contra un 27% de sangrado en áreas no sensibles.

También de las experiencias surge que en caso de anzuelos que han penetrado en áreas sumamente sensibles, lo recomendable es cortar el tippet lo mas cercano que se pueda al ojo del anzuelo y dejarlo, esto si bien tiene una mortalidad elevada (20%), es mucho menor que si se extrae con el consecuente daño (55% de mortalidad).

La rebaba

Ríos de tinta han corrido con el tema de la rebaba, desde los pioneros trabajos de Fred Westerman en 1930. Consultando la literatura científica sobre el tema, se puede concluir que hay una pequeña diferencia, muchas veces estadísticamente no significativa, a favor de la supervivencia de los peces capturados con anzuelos sin rebaba, pero esta no llega a ser superior al 1,0 %.

Hay incluso trabajos científicos que dan mayores tasas de supervivencia para las capturas con rebaba, lo escrito refleja una ponderación objetiva de nuestra parte luego de abordar unos y otros.

Esto puede tener explicación en que es normal que un anzuelo, aun con rebaba, se desclave y vuelva a clavarse durante una pelea, sin que le de tiempo al pez a liberarse, esto obviamente produce mayor daño que si se clava en un punto y permanece en el. En los anzuelos sin rebaba es probable que este hecho ocurra en mayor proporción que en los anzuelos con rebaba.



También se ha demostrado que hay diez puntos porcentuales de diferencia entre los peces que se escapan entre anzuelos que usan rebaba y aquellos que no usan rebaba, tal vez por esto es que a veces hay cierta resistencia a la eliminación de la misma.

Sin embargo, pese a no haber gran diferencia en la tasa de mortalidad, cuando usamos anzuelos sin rebaba perdemos menos tiempo en sacar el anzuelo y devolver el pez, hacemos las peleas más cortas, y fundamentalmente lo respetamos. Casi no haría falta explicar porque es más fácil extraer un anzuelo sin rebaba tanto de la boca del pez como de la oreja del pescador.

El tamaño del anzuelo

No nos extenderemos mucho en el tema del tamaño de los anzuelos, ya que los estudios ratifican sin dudas lo que todos sabemos, el tamaño no apropiado para el pez que pescamos causa en general mayor daño. Está comprobado, que al usar anzuelos de tamaño grande para pescar peces pequeños, aumenta considerablemente las clavadas en ojos.
Como dato curioso tenemos que la mosca seca posee el menor porcentaje de clavadas en áreas letales, comparadas con los streamers y las ninfas.

El tipo de anzuelo

Analizaremos aquí solo tres tipos de anzuelos: los J, los circulares y los triples, dejando de lado otros tipos de anzuelos usados en EEUU pero inexistentes en nuestro medio como los anzuelos Shelton.
Anzuelos circulares:
El anzuelo circular es sin duda el tipo de anzuelo que menor daño y mayor tasa de supervivencia posee en la pesca de salmónidos.
Ventajas:
1) El uso de estos aumenta la clavada en la mandíbula (área no sensible) del 73.5% como vimos en los J al 86%
2) Otra ventaja de este tipo de anzuelos es que no suelen clavarse más de una vez durante la captura.
Desventajas:
1) Poseen un poco menos de eficacia en la captura del pez. Tomando cifras de un trabajo que midió este asunto, con anzuelos J comunes se soltaron 32% de las capturas, contra 40% en los circulares.
Anzuelos “J”:
Sin lugar a discusión el tipo de anzuelo más utilizado, no solo aquí sino también en el mundo, posee las siguientes ventajas:
1) Bastante efectivo en la captura.
Desventajas:
1) se suelen clavar más de una vez durante la pelea 2) Mayor incidencia de clavadas en áreas sensibles que los modelos circulares.
Anzuelos triples:
Usados en algunas moscas y en la mayoría de los artificiales para spinning y trolling. Posee un punto porcentual más de mortalidad que los “J”, asociado sin duda a mayores puntos de clavada, por poseer tres anzuelos y contra lo que podría suponerse tienen un porcentaje de captura menor a los anzuelos “J”, muy similar a los circulares.

Modalidades de pesca

Spinning y trolling

Son modalidades que usan señuelos artificiales, ya sea traccionándolos con un reel o con una embarcación.

Tienen mortalidades asociadas al tipo de anzuelo que usan, según sean anzuelos “J” o triples, a la cantidad de los mismos y a si poseen rebaba o no.
Evidentemente poseen en común a la pesca con mosca, el ser cebos artificiales, por lo tanto las posibilidades de que el pez trague profundamente el cebo son menores que en la pesca con carnada.

En este tipo de artificiales la carencia de rebaba, también viene asociado a un leve aumento del porcentaje de supervivencia.

Se comprobó asimismo, que los señuelos con más de un anzuelo triple poseen tasas de mortalidad post-devolución mayores que los artificiales que tienen anzuelos simples o un solo triple.

Pesca con carnada

Aquí viene el verdadero problema y no se aplica lo hablado hasta aquí sobre el tipo de anzuelos y la mortalidad asociada, ya que las tasas de esta última cambian drásticamente.

Supongamos que en lugar de pescar una trucha con mosca, decidiéramos hacerlo con carnada, una lombriz por ejemplo, pensando que “total si devuelvo el pez, es lo mismo pescarlo de cualquier forma”.Estaríamos cometiendo un grave error:


31,4 % mortalidad con carnada.
4,9 % mortalidad con señuelos
3,8 % mortalidad con mosca

Esta altísima tasa de mortalidad asociada a la pesca y devolución con carnada natural está íntimamente asociada a que los distintos tipos de anzuelos, ya sean estos circulares, triples o “J”, generalmente son tragados por el pez y terminan clavados en áreas sensibles, sobre todo en el esófago, en porcentajes tan altos como un 64%.

En esta modalidad también cobran mucha relevancia el tipo de anzuelo, pues los triples al ser más frecuente que sean tragados profundamente, poseen una elevadísima tasa de mortalidad post devolución, en comparación con los circulares o “J”.

Asimismo la rebaba, obtiene también aquí importancia crucial, pues la mortalidad bajaría a unos ocho puntos si los anzuelos fueran sin muerte, o sea cerca de 25 puntos menos de mortalidad asociada al uso o no de rebaba. Veamos algunos números:

MOSCA
4,8 % anzuelo con revaba
3,8 % anzuelo sin revaba

CARNADA
33,5 % anzuelo con revaba
8,4 % anzuelo sin revaba

Mortalidad promedio de los estudios mencionados

Atando con anzuelos circulares

Una de las dificultades es encontrar recetas de moscas que utilicen anzuelos circulares, con algo de creatividad se pueden adaptar muchas moscas a estos anzuelos. Se pueden atar larvas, pupas y cases de caddis fácilmente. Las tube flies (moscas tubo) son ideales para usar con anzuelos circulares. En las fotos podemos ver varias moscas que pueden atarse con anzuelos circulares.

Consideraciones finales.


Llevando al río todos estos números tenemos que pescando con mosca, cada 100 truchas que pesquemos, 73 saldrán con el anzuelo clavado en áreas no sensibles y solo tendremos que lamentar la muerte de cuatro 4 de ellas, Hacerlo con carnada natural, de cada 100 truchas, 64 las traeríamos con el anzuelo clavado profundamente en áreas sensibles y lamentablemente se nos morirían unos 31 animales.

A través de este escrito y del anterior sobre el impacto de la pelea, hemos tratado de arrojar algo de luz sobre las dos principales causas de muerte de los salmónidos, asociadas a la pesca deportiva con devolución, como lo son el estrés biológico de pelear al pez hasta dejarlo exhausto y las heridas provocadas por los anzuelos. END
Autor: Team Limay Medio Fly Shop.
Fotografias: Todd Men, Raul Iturbe, German Gil, Hugo Moreno.
Edicion: Jorge Aguilar Rech.

Pescando Carpas en La Florida.


Se ajaba la tierra de las sierras puntanas, el sábado 23 enero del 2010. La sequía abrazaba a la Provincia de San Luis.

El comienzo de la temporada no a sido bueno, la larga sequedad, se interrumpía con desmesuradas crecientes provocadas por tormentas enormes en las cuencas.

La inapropiada condición de la mayoría de los ríos, hizo desviarme a otro ambiente... a las aguas quietas del Dique La Florida.


Aquí... me aguardaba también...otra especie, la Carpa (Cyprinus Carpio), considerado el Bonefish Argentino.

Esta especie originaria de Asia fue introducida oficialmente a nuestro país en la década del ´40, por un intercambio con el Japón, al que le enviamos nuestro Pejerrey. Anteriormente, Sarmiento, la introdujo a fines del siglo XIX, y ya que su carne se consideraba exquisita, el Gral. Julio A. Roca las hizo sembrar en sus estancias de Ascochinga, en la provincia de Córdoba, dando comienzo a su expansión. Introducida en otros ambientes y ayudadas por los desbordes de la década del ´80, alcanzó las lagunas bonaerenses, el Salado, el Río de la Plata, y demás ambientes. Cubriendo gran parte nuestro territorio, hasta el límite de la provincia de Neuquén.

El día de pesca comienza con una caminata río abajo hasta la desembocadura del Río Trapiche, en el Dique La Florida. Armo mi caña Sage #4, con línea de flote. Un líder de 9 pies, finalizaba atando una Dragon Oliva Ojuda, a un 3x. Mi anhelo... seducir a las carpas.

Las carpas no se dejan ver; prácticamente estoy pescando a ciegas... hasta que, de pronto... se arquea la caña, pero logra escapar. La tarde continúa y esto era una señal de una buena jornada. Continúo con largos cast en diagonal a la orilla. Localizando la línea del veril donde esta la vegetación y recogiendo con pequeños tirones. La técnica era simple... divisar el pez y lanzar lo más cerca posible del mismo y posar la mosca con la mayor sutiliza.

Las carpas son como los grandes hervíboros de la tierra. Están a la suma expectativa de sus predadores. en el caso de los carpios un mal lance, una vibración extraña los inmoviliza totalmente. Dejar la mosca quieta y luego recoger con pequeños tirones... lo más lento posible ya que, no son cazadoras y no correrán tras la mosca.

La sutil tomada, dista de la que estamos acostumbrados con los salmónidos.

Esta es suave y en algunos casos, no nos damos cuenta, ya que las carpas succionan la mosca y no la muerden.
Pero la corrida que hacen cuando se las clava es fabulosa.

En instantes...una de ellas pone a prueba mi equipo. Ya por esas horas , las actividad había aumentado. El pique se hacen sentir, una interesante batalla termina, con una captura de alrededor de los 800grs.


Las clavadas y potentes luchas se subsiguieron en las horas. El día termina con mi cuerpo cansado de las batallas. La energía de las capturas, lograron hacerlo. Pero en mí sentir... se cerraba la tarde con la alegría de haber honrado mi caña con cada una de ellas.END.

Autor: Gastón Viapiana..
Fotografía: Gastón Viapiana.
Edición. Jorge Aguilar Rech.

Las Arco Iris del Río Blanco del Valle de Calingasta


La jornada de pesca... propuesta por el conocedor, nacido y criado en Barrial, Provincia de San Juan, Don Juan Naranjo, se hizo realidad el Sábado 16 de Enero de 2.010. Pleno verano cuyano. Este ser noble y bueno, como el agua de sus ríos hace unos años. Él mismo, me contaba sobre las truchas que traían sus cauces sanjuaninos y los efectos secundarios de la minería.

El plan era simple... salir temprano a la mañana, desde Mendoza, como a las 4:00 am. Viajar por la altura de la Pampa del Leoncito, previo paso por Las Bóvedas de Uspallata y, así...por el pedregoso camino, entrarle a Barrial desde el sur. Desde aquí... tomar camino al Río Blanco, pasando por el turbio Río Los Patos y Colorado. Así se hizo...

La salida perfecta, con tiempo inglés nos reuinía en plena penumbra matinal. El amanecer, nos iluminaba a la altura de la Pampa del Leoncito, San Juan. Luego de dos horas y fracción, nos recibía Barreal... un caserío bajo con arboleda de valle andino. Gente con cara buena y con simples intenciones, quizás... la de vivir la vida diaria en un pueblo andino, nos seguía el rumbo ...al pasar de las camionetas.

Eran las 9:00 am, cuando los dos vehículos nos hallábamos a la altura del Puesto, a unos 10 kilómetros del control de la minera, sobre el Río Blanco. La visión del curso del río, me recordó al Río Malleo de la entrañable Patagonia mía. La inmensa cantidad de escenarios, la claridad insolente de sus aguas y el entorno de secos guijarros que, me recordaba su innegable identidad cuyana.

Al descender de las camionetas, preparamos pacientemente cada detalle de nuestra jornada, varas, termómetro , tippets rolls, cajas, moscas, y una manzana en cada chaleco, lo cual es parte de nuestra tradición, y al momento de reponer energías es bastante oportuno.

Personalmente... siempre tomo mis tiempos. Oportunamente al último... intento no olvidarme de nada. Cargando ninfas, secas y pequeños streamers , en mi chaleco y riñonera. Pero por más que me esfuerce... el destino me demuestra que algo siempre me olvide en la camioneta y que siempre esta muy lejos.

Desde e camino de tierra, donde estábamos estacionados, una picada de unos 50 metros a 70º, nos despegaban del río. Nos dividimos a esa altura en dos grupos. Mis compañeros... Luis Flamarique, Sebastián Pagano y Nicolás, mi hijo; pescaríamos la margen sur y Juan Carlos Salvador, Ariel Barrionuevo y Juan Naranjo, la norte. Siempre río arriba...

La estrategia fue sencilla... pozo por medio y, tomando roles para primerear algunos, acorde al turno. La entomología obligada, nos denotaba escaso alimento. De cinco rocas relevadas, solamente dos minúsculas plecopteras. Nicolás, encuentra a varias ranas de pequeño tamaño y un bagre de unos veinte centímetros. Ante todo este panorama y, teniendo una temperatura ideal de 12º C, cada uno decidió por su mosca.


Comencé utilizando una Prince BH en alambre 14. Pasando escasos segundos toma la pluma una Arco Iris de unos 500 grs que hace arquear mi Orvis TLS Power Matrix 704. Siempre a flote, proporcionado por una Scientific Angler Air Cell WF, la estrategia fue lanzar up stream, a la corriente primaria, mend, un para de veces y a deriva natural; al extenderse la línea, darle vida a la ninfa con pequeños vibraciones en la caña. El momento de toma era al finalizar la deriva generalmente.

Un obligado cambio de mosca, me inclina a pensar en un engomada... la Rubber Leggs en misnúsculo 12, color habano. El tippet necesario era un 4x de fluoro carbón el que hacía la sustancial diferencia.

Las intensidades de los ataques y la cantidad de las respuestas, aumentaron notablemente. También los tamaños, se presentaron mayores, llegando a truchas de 1 kg. La mosca tenía un rendimiento tan vasto, que le dí de baja por roturas varias. Lo que evidenciaba su gran poder de atracción.

Por la radio, escuche el reporte de Juan Carlos, el cual estaba unos 2.000 metros, río arriba. Me comentaba, de la existencia de una sustancial la cantidad de animales, vivaces y sanos. Juan estaba usando una mosca muy similar a la que estaba usando yo. Pero el rendimiento de las aguas arriba era mayor.

Ya a media mañana y con vastas capturas, teme la decisión de utilizar la mosca recomendada por Polo Rossi, la Royal Coachman Streamer en anzuelo # 10. Simuntáneamente avisamos por radio a todos.

Escasos minutos pasaron y las capturas aparecieron por decenas. La virulencia de las mismas, el enojo que demostraban era notorio.

La técnica, fue muy típica de estos artilugios emplumados tipo streamers... lanzar lejos, perpendicular a la costa, enmendar tres o cuatro veces acorde a la velocidad del drag, y posicionar el engaño en la junta de las corrientes , al estirarse la línea, traer con tirones vivaces y desparejos, dejar ir y traer. Era notorio, sentir apenas caía la mosca, los ataques enardecidos y, había que esperar para clavarlas, dado que mordían y soltaban. Actitud típica de la defensa territorial.

El calor, el sol sanjuanino , el agua y los cantos rodados, brillaban por igual en el cenit. Ráfagas de viento fresco, nos daban un respiro pero, tuvimos que refrescarnos frecuentemente en algún pozón que otro. La temperatura a esta altura había alcanzado unos 17 º C, momento en que la productividad del río nos hacia sentir su baja.

Lejos de entregarnos, comenzamos a variar técnicas y moscas. Una constante durante toda la jornada era que una mosca que resultaba productiva por un determinado tiempo, luego su rendimiento bajaba; pero si se volvía a utilizar minutos después, volvia a rendir igual.

Sebastián estaba a media tarde, teniendo excelente tasa de captura. 

Usando exclusivamente ninfas, pescando con las mismas técnicas, superaba ya las cuarenta truchas pinchadas. Su incansable caminata río arriba me distanciaba de él, unos 3.000 metros.

A esta altura, el río conformaba unos pozónes amplios y profundos que le permitieron trabajar trucha a la vista y darle exquisito protagonismo a su Echo Carbon # 4 con flote de Air Cell, teminada en una Jabalí BH con Rubber Leggs en alambre 12.

Por alguna razón, que sólo el geólogo de la expedición dominaba , el sabor del agua del río era extraña.

Sebastián nos comenta que el tono del río, era muy ácido y esto se debía a su sustento geológico. A la vez determinaba la calidad y cantidad de comida que las truchas disponían. También, el sabor atípico o al menos desconocido y extraño para mí. El mismo, desciende desde lo alto de la cordillera de los Andes y atraviesa los imponentes afloramientos de volcanítas acidas, riolitas, brechas riolíticas e ignimbritas estratificadas del extenso grupo Choyoi, el cual forma parte de las litologías de la cordillera Frontal. La presencia de estas rocas le advertían algo que comprobaría a las orillas del blanco. La composición litológica del lecho, le advertía escazes de alimento y al llegar al río, y al realizar las primeras observaciones entomológicas, se dio cuenta que sus observaciones geológicas no estaban erradas. La escazes de macro invertebrados le hablaba de aguas ácidas, una consecuencia directa de las características del entorno geológico.

Pescando las Arco Iris del Río Blanco del Valle de Calingasta. from BROWNTROUTARGENTINA Fly fishing on Vimeo.

La tarde avanzaba y, las sombras de las montañas nos cobijaban del sol. La hora de las eclosiones nos mostraba por doquier caddis fly minúsculas que eran tomadas por las arco iris con la magia de la luz y el suave movimiento de sus torsos. Pero la exigencia de sutileza de las secas, era inversamente proporcional a nuestra reserva de energía.

El retorno nos obliga a tomar río abajo, oportuno para rehidratarnos mientras íbamos probando algunas secas... sin éxito. El río, estaba cobrando en nosotros un precio y el cansancio nos llamaba a reunirnos en el punto de partida.

La tarde ganaba sombras y nos despedimos del Blanco, sin antes regalarnos a modo de espectáculo un especial fenómeno natural, un pequeño tornado que nos asusto bastante y acelero nuestra partida. Los recuerdos, las capturas, las risas y los festejos fueron coronados a la 1:00 am en la Uspallata mendocina, con un gran corte vacío de ternera, vinos de buen corcho y un inmenso manto de estrellas. END

Autor: Jorge Aguilar Rech.
Fotografía: Nicolás Aguilar Rech, Sabastián Pagano.
Edición de Video: Nicolas Aguilar Rech y Jorge Aguilar Rech.
Protagonismo: Ariel Barrionuevo, Nicolas Aguilar Rech, Jorge Aguilar Rech,  Juan Naranjo, Luis Flamarique y Sebastian Pagano

Una historia en el Río

Una historia en el río, refleja a los actores de esta obra eterna y magnífica. El río, sus insectos, sus truchas y el pescador. Todos en un acto eterno de mágicos encuentros.




Autor: Jorge Aguilar Rech.
Edición: Jorge Aguilar Rech.

Agradecimiento especial: Arnt Mollan de Mollan Multimedia