La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Pensamientos junto al rio. Los dos mundos.


Te soñé. Esa mañana... busqué las mejores plumas y las até en el alambre mas mínimo que hallé.  Mi mosca perfecta salía de mi morsa. Ella sería la mensajera que ante tus ojos, sería el artilugio impostor. En el arroyo, se posa perfecta sobre la tensión del agua. Solo yo, te observo. Engañada y furiosa... te sacudes y luchas por tu libertad. No importa el dolor, en tu búsqueda briosa, rasgas tus tejidos. Finalmente en mis manos, intento que tu textura animal me cuente los secretos de tu mundo. Quién eres... quién fuiste. Que tus escamas, tus ojos extraños... me den la respuesta de este acto reincidente.
Cada instante de este sacrificio tuyo es innecesario, y se extiende en la trama del tiempo. Intento interpretar la conexión que tan obstinadamente nos une. Te devuelvo al mundo del que vienes, del que jamas te debería haber sacado...torpemente esperanzado, pensando en quién serás. END

Autor: Jorge Aguilar Rech.
Edición: Jorge Aguilar Rech.
Fotografía: Jorge Aguilar Rech.
GO PRO HERO 4.
BROWN TROUT ARGENTINA.
Copyright 2015
Todos los Derechos Reservados.


Carpas. La pesca silenciosa.

EL RÍO QUINTO.

San Luis, es una hermosa provincia ubicada en el centro de Argentina. Limita al oeste con la Provincia de Mendoza y al este con Córdoba. Morfológicamente está formada por dos unidades, la pampa o llanura, y el sistema de sierras pampeanas orientales, conocida como la Sierra de San Luis. Raíces de una antigua cordillera de aproximadamente 400 millones de años.

Las Sierras de San Luis forman elevaciones de hasta 2.200 m.s.n.m.. Están formadas por rocas graníticas y metamórficas que constituyen la zona de recarga fluvial de los ríos puntanos.

Es en esta serranía, donde nacen la mayor parte de los ríos de la provincia. En este contexto, el río Grande, como el principal curso, representa una columna vertebral que escurre de norte a sur controlado por estructuras geológicas como fallas, fracturas y foliaciones.

Este curso, alimenta los diques Esteban Agüero, en la localidad de Río Grande, y el dique La Florida, próximo al poblado del Trapiche. Desde el dique La Florida hacia el sur, cambia su nombre por Río Quinto, antiguamente conocido por sus hermosas truchas, que hoy ya no están debido al mal manejo del recurso hídrico. 

El Río Quinto es nuestro objetivo, porque actualmente dominan sus aguas hermosos ejemplares de carpa (Cyprinus Carpio) que han llamado mi atención y curiosidad a pescarlas con mosca desde hace ya unos cuantos años. 


El Río Quinto, es un río frecuentemente con aguas claras, que muestra dos escenarios totalmente distintos, uno en época estival que se extiende hasta los últimos días del otoño y otro en primavera. Durante el verano es un río con gran caudal con excelentes estructuras, correderas, pozos, flats y escaleras.

Mientras que en primavera, el curso disminuye drástica mente su volumen, por la regulación antrópica de su caudal. El segundo escenario muestra un río con escazas estructuras, que se traduce en pocas correderas y si, con permanentes pozones, y un lecho cubierto de algas. Estos dos contextos en un mismo río obligan a ajustar algunos cambios durante la pesca. 



El alimento.
Normalmente, en este tipo de ambientes dominan los odonatos, dípteros, simúlidos, chinches de agua, efémeras, caddis, insectos terrestres, tales como hormigas, langostas y escarabajos. También algunas mojarras y bagres. Pero para la carpa, como pez oportunista... también hay que tener en cuenta las algas y hojas de algunas plantas acuáticas. 

En algunas ocasiones pude ver algunos peces arrancando hojas de plantas parcialmente sumergidas en el agua, también tomando algunas algas a la deriva. 

La pesca.
Con el tiempo, he tratado de aproximarme... a cómo pescar carpas en este ambiente, sabiendo que las ideas sobre la pesca de carpas o cualquier otra especie no representa la verdad absoluta, sino una verdad transitoria y dinámica que se modifica con la experiencia y el conocimiento. Tal cual como sucede con el conocimiento científico. Cada pescador construye su realidad y sus ideas, toma algunas de otros con más experiencia, o menos, pero en todos los casos debe llenarse de conocimiento y practica para no fracasar en el río. 

Como este curso muestra dos escenarios, en primer lugar sería conveniente saber en qué época planificamos nuestra salida de pesca, para preparar el equipo y tener en cuenta las condiciones climáticas. 

El verano.
Durante el verano existen algunos riesgos a considerar, las tormentas y la presencia de viboras Yararás y Coral. En cuanto a las tormentas, si existen probabilidades de que sucedan, es mejor suspender la campaña; respecto a la presencia de algunos reptiles, es algo que no podemos evitar, simplemente estar atentos y caminar con cuidado por la ribera.  

La pesca en verano es mucho más efectiva que durante la primavera. Las altas temperaturas en el agua son condiciones de preferencia para estos peces, mientras que el mayor caudal del río nos ofrece un amplio rango de posibilidades para la pesca, correderas y pozones. Además estas condiciones admiten algunos errores, prácticamente el río ruge y las carpas nos escuchan un poco menos. Si sumado al caudal, la turbidez del agua se incrementa por las partículas en suspensión, entonces las condiciones mejoran a nuestro favor; ahora las carpas nos ven un poco menos, pero también nosotros a ellas, y esta es una pesca 99 % a pez visto. Por suerte en la mayoría de las veces las carpas que quieren comer, están en las aguas bajas de las orillas. 

La primavera.
Pescar carpas en la primavera no es momento de mi preferencia, pero agrega dificultades extras que lo hacen más interesante que el verano, el bajo caudal no nos admite errores, la pesca se ajusta a aguas muy bajas y quietas o apenas en movimiento, las carpas sienten y ven todo lo que hacemos. El mínimo sonido del freno de un reel o del golpe de una roca, o la charla entre pescadores, es escuchado por estos peces que cambian de actitud inmediatamente. El golpe de la mosca cuando cae al agua no es un buen condimento, pero durante la primavera ponemos a prueba todo lo que tiene que ver con la sutileza, la paciencia, el control de la línea y la precisión.  


Algunas sugerencias.
Tanto en verano como en primavera pescar carpas en el Río Quinto y obtener buenos resultados es extremadamente aleatorio, por lo que debemos prepararnos para cualquier situación. Casi siempre, por mi experiencia en este ambiente, debemos tener en cuenta algunos ítems que enumero a continuación:

1) Observación 
La observación del ambiente es fundamental, no solo reconocer el alimento disponible o las estructuras del río, sino posicionarse en el lugar adecuado que permita ubicar los peces sin que los peces nos detecten, para lo cual es extremadamente necesario anteojos polarizados, sin ellos las posibilidades de pesca se reducen considerablemente. Esta pesca es a pez visto!. 


Una vez que ubicamos las carpas, debemos aproximarnos, pero antes de poner nuestra mosca en el agua es de mayor importancia reconocer cual pez muestra actitud de alimentarse y cual no. En general aquellas carpas que muestran actitud de alimentarse son obviamente las que en un 50% tomaran nuestra mosca. 

En el Río Quinto las carpas que presentan este comportamiento son aquellas que están en las orillas, en aguas bajas, en posición vertical con la boca hacia el fondo o simplemente moviéndose lentamente por las márgenes, generalmente con la cabeza apuntando hacia el borde, buscando comida en la roca o en las algas; otras forman rise en la superficie del agua o gasping en grupos, como así también están las que se encuentran en la entrada de alguna corriente, tal cual como lo hacen las truchas. 


Por otra parte, los peces que se ubican en zonas más profundas o centrales del río, que se desplazan con rapidez, o incluso aquellos que se mantienen inmóviles en los posones cerca de la superficie, no están alimentándose, por lo cual no es recomendable perder tiempo con estos ciprinidos, simplemente se asustan, no toman nuestras imitaciones y asustan a las demás. 

2) Las moscas.
Las moscas a utilizar en este ambiente, en general corresponden a ninfas en tamaños #16 a #10, que imiten la lista de insectos que mencione anteriormente. Durante el verano es preferible utilizar ninfas bien lastradas que bajen rápido y se posen en el lecho del río, en aguas bajas. En la primavera es mejor utilizar ninfas poco lastradas para evitar enganches con el colchón de algas. En cuanto a las moscas secas, es aún materia pendiente a probar. Los colores de las ninfas en general, oscuras, verde oliva, marrones y negras, construidas con materiales como pavo real, cola de faisán, gallo y marabú. 



3) El equipo.
Para pescar carpas en este río, es recomendable una caña #3 o #4 preferentemente full flex, (lenta). Las líneas de flote WF son las mejores, particularmente aquellas diseñadas para ninfas, que ayudan a lanzar una ninfa bien lastrada con precisión. En cuanto a leaders, prefiero los cónicos de monofilamento, con una longitud mínima de 9 pies y con terminación en 4x o 5x. Aunque en general el reel es una pieza que no tenemos muy en cuenta, en este caso es fundamental, simplemente necesitamos eliminar cualquier tipo de sonido que el mismo genere, o que su sistema de freno genere. Necesitamos un reel completamente silencioso, sino todos nuestros esfuerzos se irán por la borda. 

Hace apenas unos días mi compañero de pesca fracaso por este motivo, las carpas que estaban en actitud de alimentarse, cuando escuchaban el sonido del reel, mientras la línea salía del mismo, cambiaban su comportamiento, simplemente se movían de su posición y las posibilidades de pesca se reducían a cero. 

4) La técnica.
En general con aguas en movimiento he podido clavar algunas carpas con ninfas a deriva muerta, mientras que en aguas bajas y lentas es necesario un mínimo movimiento de la ninfa, tal cual lo hacen en la realidad. Es recomendable colocar la ninfa apenas algunos centímetros de la cabeza del pez, o que la corriente por deriva muerta la lleve hacia este, muy cerca de su boca. Si pescamos en aguas lentas entonces una vez que la mosca es colocada con precisión a unos centímetros de la carpa, es necesario moverla, pequeños tirones, constantemente, darle vida!!. A veces se puede probar con dejar la mosca quieta pegada a la piedra mientras el pez come, con un mínimo movimiento llamamos su atención, o simplemente la dejamos quieta si predecimos que la carpa pasara por ese lugar.

 En general las carpas en este río, no salen a buscar una mosca a grandes distancia, aunque siempre se presenta ese momento excepcional. 


Finalmente una vez que visualizamos un pez al cual queremos y sabemos que podemos pescar, entonces  debemos escondernos y aproximarnos muy lentamente al río evitando sonido alguno; después necesitamos sacar línea del reel, el cual deberá ser extremadamente silencioso, cuando creemos estar listos, lanzamos nuestra mosca al agua, pero para esto necesitamos evitar falsos cast, nuestra mosca tiene que caer con la mayor suavidad, apenas unos centímetros delante del pez, cuando la misma se hunda, debemos darle vida si pescamos en aguas lentas, o hacerla derivar naturalmente por la corriente si lo hacemos en una corredera. 
    
La carpa es impredecible, cambia de actitud constantemente, si hacemos todo bien es posible que no pesquemos. END



Autor: Sebastián Pagano
Edición: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Sebastián Pagano
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