La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Los hijos del río.

Soy de mi río... le pertenezco. Esta dentro mío desde que nací. Al igual que nuestras truchas guailas, soy parte del agua, soy parte del Mendoza.
Soy el hijo del río.END


Pescando el Escondido de San Luis.

CERRANDO TEMPORADA.




El paraje. Lugar que seduce. Que invita a soñar. De esos sitios irresistibles en donde el ser calma la sed de su mas remoto instinto de supervivencia. Sencillamente extraordinario. El murmurar del viento acariciando las hierbas, el canto del agua abrazando las piedras, el silbido de los guardianes incasables del río, los pájaros.


Un conjunto de sensaciones que destruyen rutinas e invitan a la profunda tranquilidad. La mañana fresca y de viento moderado, condiciones óptimas para la pesca en ese pequeño, bondadoso y silencioso río. 


El Escondido. De poco caudal, pero de interesantes correderas y pozones, mezclado cada tanto, alguna que otro pool. Albergue de enormes peces, esos que nos hacen temblar erizando la piel. Una mezcla de adrenalina y sigilo, alquimia que los pescadores entendemos a la perfección. 


Los equipos... Víctor con caña Sage # 4 de 8 pies, reel Loop Multi y línea de flote. Yo arme mi Saint Croix # 2 de 7,5 pies, reel Redington Drift, encordada con flote igualmente.


Cuando todo se encontraba presto, nos situamos a la vera del río, en donde después de un breve análisis entomológico confirmamos la moscas preseleccionadas. Así... atamos una  Caddis Emerger en #14 con tippet  5x y  una pequeña Dragón en #12 con tippet 4 x. 



Encontramos abundantes ninfas de Odonato, en importantes tamaños. De colores verde oliva y café. También vimos ninfas de Caddis, Efímeras de pequeño tamaño, Chinches de Agua y algún que otro Bagre del Torrente. Las truchas tenían una buena calidad y cantidad de alimento. 


Nos dispusimos a comenzar la acción de pesca. En los primeros metros del río nos encontramos con un importante pool, al que nos acercamos con cuidado. Agazapados, avistamos dos ejemplares, un macho de casi 50 cm y una hembra un poco más chica que patrullaban en busca de alimentos a lo largo del pozo. En ese momento decidimos posicionarnos en distintos puntos. Víctor se quedó en el mismo lugar y yo, me moví con muchísimo cuidado hacia uno de los laterales. Luego de observar durante unos minutos el comportamiento de los ejemplares decidí hacer un lance ni bien el pez terminara de tomar en la superficie lo que serviría para disfrazar el lance. La pequeña Dragón toco el agua cerca de la orilla, y después de dejarla profundizar unos centímetros  y trabajo de por medio, provocó que el macho tomara con un feroz  embestida. Seguido de una fuerte corrida en unos minutos llegaría a mis manos.


Mientras tanto Víctor, seguía intentando del otro lado del pozo pero sin repuestas. 


Decidimos dejar el pool, para el retorno. Estábamos seguros de que no eran los únicos ejemplares que alojaba. Aguas arriba... en la siguiente corredera Víctor consigue un muy buen ejemplar, una hembra que acusaba kilo y medio aproximadamente. Con un buen estado de salud y una excelente alimentación la que se podía apreciar con claridad a simple vista.






Los piques eran muy abundantes y de muy intensos, dándose en casi todos los sectores. Hasta donde uno menos se lo imaginaba. Eso nos invitaba, a presentar moscas en cada centímetro del río.


El sector, no presenta gran exigencia técnica, pero al ser de poco caudal los ejemplares se alertaban con facilidad, obligándonos a movernos y acercarnos con cautela. 


Llegado el medio día, optamos por parar para descansar después de una mañana muy entretenida. Al costado de un pequeño pool, con una cascada al final que se formaba en el mismo río donde repusimos energías. Si bien no apreciamos actividad, las truchas estaban a la espera de alimento. 


Luego de un breve descanso, hicimos unos lances hacia el centro y final del sector. Víctor con una Dragón #14, y yo con una Efímera en #16. Los resultados no fueron distintos a los anteriores. Los ejemplares salían como flechas desde los laterales en donde se resguardaban de bajo de los árboles y algunas cortaderas. Llama la atención la calidad y cantidad, de truchas que este río alberga. Muy buenos ejemplares, pescados en pequeñas correderas, debajo de rocas y troncos que nos hace pensar su habilidad para esconderse.


Llegada la tarde, cambiamos la modalidad para comenzar a pescar con secas. Víctor con una Hormiga Alada en # 14, y yo... una Caddis en # 14 color negro ya que habíamos visto muchas de estas, en las piedras y orillas del río. Los resultados fueron más que óptimos. Habíamos clavado varias en un rato. 


En un momento se lo escucha gritar a mi amigo, un buen ejemplar de Arco Iris, una hembra que pasaba mas del kilo había caído en su engaño. La cual después de una interesante lucha volvió al medio. Por otro lado, en una muy pequeña y baja corredera logro ver un ejemplar que estaba al acecho, le dejo derivar la Caddis y en instantes se lanzó al ataque de mi mosca dándome buena pelea, con una explosiva corrida.




En ese momento, después de liberar al pez, decidí dar por terminado el día ya que la tarde se estaba cerrando y la temperatura con la puesta del sol, caía rápidamente.


Una memorable jornada había concluido. Ya en la camioneta... mientras nos sacábamos las prendas mojadas y tomábamos unos mates bien calientes, charlábamos de la buena calidad de pesca de este río. Donde los recursos alimenticios para los peces eran abundantes, factor que tenia mucho que ver, todo esto daba como resultado buenos ejemplares con muy buen estado de salud y alimentación. END


Autor: Gonzálo Sierra
Fotografía: Gonzálo Sierra y Víctor Picca.
Edición Jorge Aguilar Rech.
BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2.011

Manejando tippets finos.

El Chi.
El Chi... es el manejo de las energías vitales del Ying y el Yang. Cuando se intentan equilibrar las fuerzas del sistema, se lo busca mediante el manejo de esta energía chi. Es una simple comparación de conceptos... un paralelismo, que a la hora de la batalla me viene siempre a la mente. Y me sirve.


Río Grande, en la provincia verde de aguas dormidas de San Luis. Un gran desafío al cuerpo, al espíritu, al equipo. Una pesca sutil y exigente que recompensa.

Sumándose esto, el indomable pez que nos adivina... cada paso, cada intención. Nos toma exámen en cada presentación y sin términos medios, nos baja el pulgar o nos brinda la más excelsa pelea salmónida. Solo el pez y el hombre.


En búsqueda del límite, del equilibrio de condiciones pescador-pez... predador viral a predador animal; maximice las condiciones de sutileza en la presentación de mi Pheasant Tail en alambre # 16. Tome mi leader de fluoro carbón y lo lleve a los 12 pies, definiéndose hasta un 6x invisible.

Posicionándome a metros del hilo del agua, detrás de una piedra gigantesca, presento up stream hacia el comienzo de la corredera. Mi mosca profundiza y deriva naturalmente. Una gran arco iris de unos dos kilos me proyecta su vientre blanco y una descomunal e intempestiva pelea, que entre saltos y corridas me permite torpemente, manejar la situación. Pero no era esto suficiente y para darle fin a esta batalla, realizo una brillante maniobra de fuga río arriba... bajado a una saliente bajo agua de una roca, subiendo y bajando.  Esto provoco el estallido de mi débil leader y mi instantánea cara de circunstancia y frustración.




Esta experiencia... más de un pescador, la ha vivido al menos, una vez en su vida.  El hecho de agudizar los equipos con el objetos de brindar en fin, mayor disfrute a la experiencia, enganchar un gran pez, darle pelea,  jugando al filo de la resistencia material, exponenciando la habilidad del pescador para manejar la captura, la geografía, con el enorme riesgo de la perdida del pez... aumenta la endorfinica sensación de placer en nosotros.

Pero... en ánimo de postular esto de la pesca con mosca,  como un acto, una obra... pondremos en situación al tippett, como una de las condiciones ajustables en una suma de condiciones generales que conforman esta obra.


Siendo el objetivo final, que por medio de un excelente trabajo de nuestro patrón mosca, logremos engañar al gran pez, el cual desde aquí,comienza la batalla por librarse del anzuelo y debería terminar en nuestras manos.




En este instante, el foco del desafío pasa desde el engaño, como primer protagonista... al tippet meramente. Este tramo, funciona sin más... como el  primer fusible de un sistema de fuerzas.  Mientras mas numérico sea el tippet, mayor será el rango del fusible, será mas sensible a la tensión.


En la primera etapa, la del engaño, el tippet toma un rol de la invisibilidad necesaria y requerida. Desde el momento donde el pez tomo la mosca, el desafío comienza a tomar foco, en el tippet como elemento estructural plenamente. El mismo es un desafío físico pleno. Un encuentro de fuerzas vectoriales y de resistencia.  Todo dentro del ámbito de una pelea que permita no desgastar en exceso al pez,  y a la vez dejarlo lo suficientemente cansado como para poder acercarlo a nosotros, sin mayor complicación.  




Consientemente, deseo evitar la exposición del tema... de que si el pez se devuelve o se sacrifica acorde a reglamento y , solamente circunscribirme al trato compasivo y respetuoso del animal. Esa es la condición principal de esta actividad. Ya lo dice el refrán... - Díme como tratas a un animal, y te diré quien eres-.

En todo este tema del leader, estas fuerzas vectoriales y resistencias, tienen una inmediata relación con algunos factores a tener en cuenta. Uno de los primeros que hallamos en este análisis de fuerzas es el peso del pez. Este actúa como un vector de carga direccional que actúa en forma directa sobre el tippet. Opuestamente a esta fuerza animal, está la vara, que actúa como palanca de tercer grado que opone, otra fuerza vectorial opuesta y que ejerce tracción sobre el leader y tippet.


Pero estas fuerzas simplemente expuestas, tienen además... otros factores de acción y regulación determinados por el reel y la personalidad de la vara. El primero, es decir el reel o carrete,  deberá poseer  un freno de calidad y cantidad adecuada, de modo que sea parte de la pelea, minimizando la posibilidad de que un tirón repentino, corte el tippet. Es decir... el freno del reel, debe estas siempre regulado acorde al pez, al ambiente y al tippet.  Por el mismo sentido, la caña, si tiene una suavidad razonable, es decir una caña flexible, permitirá que los tirones sean amortiguados por la acción de la punta de la caña.


Otra de las implicancias que brindaran batalla, a la hora de reducir al pez, será el mismo ambiente. Su fisonomía intrínseca. La corriente de un arroyo, la de un río... la morfología del lecho... entre otras particularidades. Las primeras condicionantes, son vectores que se suman al peso propio del pez.  Finalmente, si el pez emprende una carrera determinada, ya sea corriente abajo o arriba, esta fuerza es sumada o restada, al vector de la corriente y el peso del pez.




En definitiva, tenemos en este delicado tippet, actuando cuatro fuerzas vectoriales que intentan traccionarlo... cortarlo, romperlo.


Un condimento fuera de lo objetivo pero, no menos importante es... la ansiedad. Este impulso de adrenalina que, a la hora de tomar decisiones simples que permitan equilibrar este juego de resistencias y fuerzas, nos juegan en contra. Es importante conservar la calma manejando cada impulso dentro de este evento.


Ahora bien, ante este técnico panorama, podremos tomar decisiones, que ante nuestro débil tippet, aumentaran las posibilidades de hacer a nuestro pez, captura. Una de esas determinaciones es minimizar el impacto del mismos en el momento de la clavada. Para ello, la acción de nuestra vara deberá ser lo más flexible posible para asimilar la fuerza mas equivalentemente.


Otra de las posibilidades de minimizar el impacto al tippet, es equilibrar la fuerza vectorial del pez, y o de la corriente, posicionandonos en el mismo eje de acción y batalla. Es decir bajando o subiendo acorde éste se comporte. Esto seria  como aplicar el tai chi (台词串) en la batalla con el pez. No contraponer sino acompañar la fuerza y manejarla.


A las claras está, que esta condición... la de afinar al máximo nuestro tippet, aumentará técnicamente nuestra invisibilidad.  Pero a la vez le otorga la emoción incondicional de poder perder la captura al mínimo error. Es una determinación tomada en pro a la especialización, a la búsqueda de igualdad entre el animal y el hombre y sobre todo, cargar de emoción y adrenalina nuestra experiencia.


El objetivo del pescador debe basarse en que el pez gaste la mayor cantidad de fuerza, mientras el esfuerzo sobre el tippet se mantiene mínimo.




Otra de las técnicas para evitar la tensión del tippet por parte del pez es cambiar el ángulo de la fuerza o el trabajo. Moviendo el ángulo de la vara con respecto al horizonte, desorienta al animal con respecto al estímulo. 


Este tipo de maniobra sólo se puede lograr si el pez está tirando en forma constante. No conviene este tipo de manejos, mientras el pez salta fuera del agua o está cabeceando. Dado que podría desbalancearse el sistema de fuerzas y crear un impacto en el leader que corte el mismo. El instante ideal, es cuando el pez se desplaza,  nadando en forma uniforme y constante, entonces es posible hacerlo teniendo cuidado de la presión impuesta al tippet.


Este cambio de dirección... influye directamente en la linea lateral del pez, desorientándolo y provocando el desgaste de energía necesario par el manejo del mismo y aproximación a nuestras manos.

Una condición importante, es mantener la caña en alto durante la pelea. Manteniendo el total manejo de la línea desde afuera del agua





También es muy necesario evitar el Stampide, o la corrida intempestuosa del pez, cuando ve al predador, en este caso al pescador. Esto es un gatillo para el tippet y el instante donde muchas veces nos quedamos con las manos vacías. 


Cuando un equipo es adecuado al pez, es decir, ensamblamos la caña correcta, regulamos el frenado del reel acorde a la potencial pelea, y acorde al ámbito, atamos un leader suficiente, un tippet sutil, delgado e invisible para dar ánimo a una mosca , trabajamos sensiblemente en la lucha,  considerando una pelea limpia... asimilando las fuerzas de tracción, y tensión del animal... daremos con nuestra captura, haciendo honor a la pesca con mosca y honrrando al pez capturado. END


Autor: Jorge Aguilar Rech
Edición: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Jorge Aguilar Rech, Jason Jagger , Jorge Barranco 
                   y Sebastián Pagano.
BROWNTROUTARGENTINA
Copyright 2011