La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

El Reparito. Un Arroyo escondido en el mundo.

Todos, tenemos un lugar que nos trae el mejor de los recuerdos.Un lugar que está lo más cercano al corazón. Aquel que nos enseño... que nos mostró cada rincón... cada situación... cada momento.Que nos borró por completo el estrés cotidiano, para sumergirnos en otro mundo. Para mi ese lugar existe en un rincón de las sierras de San Luis, un pequeño y efímero arroyo serrano, ubicado a unos 20 km de la ciudad capital. No recuerdo haber aprendido tanto en otro lugar, no conozco a ninguno tanto como a mi maestro, es así como lo puedo llamar al humilde arroyo Estancia Grande...El Reparito.


En aquellos días, cuando la responsabilidad se canalizaba en el estudio y la exigencia universitaria, la soledad de los fines de semana se hacía presente, trataba de olvidar por un rato lo cotidiano con diferentes actividades, no tenía lugares cercanos para la pesca de truchas con mosca.
Un día de marzo del 2005, me llegan las primeras noticias de un hermoso lugar a 3 horas de caminata por las sierras, un río con truchas!. La inquietud me llevo a conocerlo, el arroyo Estancia Grande, la primera vez que mis ojos lo veían, hermoso... realmente hermoso, de cristalinas aguas, con calma, con sabiduría de río, con su naturaleza inquieta, entre rocas y montañas. Bajaba de la sierra y se sumía en un bosque que me hacia recordar por momentos a nuestra querida Patagonia. Un viejo camino de tierra llegaba a una finca perdida, la naturaleza salvaje consumía todo. Las raíces fracturaban la roca, la vegetación cubría lo antrópico desgastándolo por completo. El camino se borraba para siempre... el río se hacía presente.
Después de aquel día no pude dejar de ir . Me había seducido por siempre. Sentía el llamado de sus aguas, de su bosque, y tenía que responder.

Muchas fueron las visitas, y en cada una de ellas la pesca mejoraba. Aprendí a leer sus aguas... aprendí sobre su entorno y mis pies, me llevaron a conocerlo en toda su extensión, muchas fueron las veces en que la noche cubría las sierras y me agarraba solo, de regreso a casa. Con miles de recuerdos y anécdotas, pero sobre todo con un enorme aprendizaje... jamás me dejó sin capturas y nunca dejo de enseñarme.





Era un 24 de septiembre del 2008, la ansiedad por el inicio de temporada estaba presente a cada hora. La necesidad de estrenar mi, caña W & G, # 3, hacen que esa mañana antes del trabajo, prepare todo mi equipo, para salir al medio día. La mochila, la caña, y una parrilla. Tome el colectivo a Potrero de los Funes, pensando todo lo que quedaba por recorrer:Todo ese camino me esperaba... antes de probar mi caña. Una hora en colectivo y tres caminando. Me lo tome con mucha paciencia; a tal punto que, ese día mi pesca empezó a las 16:00 hs, después del descanso y del asado.

Caminé obviando gran parte del río, hacia los que considero los mejores lugares. Los primeros piques se hicieron presentes. Quizás la época cercana al desove me hizo notar un gran aletargo de los salmónidos. Una falta de interés por alimentarse bastante notable. Los piques se mantuvieron esquivos durante todo el día. Cada pozo... un recuerdo. Podía reconocer cada rincón, no habían muchos cambios desde la última vez. Noté algo que me entusiasmó, y que me anticipaba una buena temporada; una racional cantidad de truchas, pero sobre todo de un buen tamaño. Las últimas horas de la tarde coloreaban mi reel hacia el dorado rojizo. Las sombras se estiraban, y hasta el momento solo había tenido piques sin capturas. Tambien habia visualizado muchas truchas, todas ubicadas hacia la cola de la corredera y en pareja, algo que en ese lugar no había visto nunca. Todas aquellas subidas y ataques... todas las truchas vistas y sin captura, se convertían en una posibilidad para la vuelta, algo que con frecuencia hago en ese lugar y pienso...- si en mi camino aguas arriba no fue, a la vuelta puede ser.

El Rojo cae sobre la sierra y estoy muy alejado del camino. Ya es hora de volver... la soledad se acentúa, y todavía ninguna captura. Recordé una trucha que había visto hacía unas 2 hs, y fui directo a ella. La volví a ver a lo lejos. Un arbusto le tapa la visual, y eso me ayuda. A la vez me complica el cast. Me ubico a un costado de la corredera, tomo coraje, mi última oportunidad, coloco en la punta de mi tippet 4x, una chinche de agua de color negro con leg´s de elástico del mismo color, atada en un anzuelo numero 12 de pata corta. Un solo cast... corto de apenas 2m que cruza a la orilla del frente, la mosca cae justo donde quería, las expectativas aumentan, recojo con tirones cortos moviendo la mosca por el fondo (apenas 20cm de profundidad). La hago cruzar el río en la misma dirección de mi cast, finalmente, me sorprende un hermoso pez que aparece en busca del cebo.

La agresiva trucha toma mi mosca, levanto la caña, y los siguientes 5 minutos se traducen en corridas, saltos y fuerza. La llevo a la orilla, vencida se entrega en mis manos, la captura mi camara sobre mi caña, los colores son perfectos. La devuelvo a su hábitat, prometiendo volver por ella en otra visita.

Llega el momento de volver y la noche cubre el camino. Las estrellas y la luna me ayudan a reconocerlo. Una gran satisfacción me llena el pecho. El haber vuelto a visitar a aquel que nunca me dejo sin capturas, el que nunca dejo de enseñarme, el que considero mi maestro, ese humilde Arroyo Estancia Grande...El Reparito . Como llaman muchos a este lugar.

Guarda en su paisaje un encanto especial. El sonido de sus árboles se combina con el agua que escurre por la roca quebradiza, el tiempo parece pasar con un ritmo diferente...no parece pasar y ese encanto envuelve al mosquero que con sus cast trata de hacer cada momento perfecto. END

Autor: Sebastián Pagano para Brown Trout Argentina
Fotografía: Sebastián Pagano
Edición: Jorge Aguilar Rech

2 comentarios:

gls dijo...

Muy linda historia Jorge! ;)
Me gustaría vieras las fotos que realicé hace poco de este bello lugar "El Reparito". Saludos!
http://www.glsfotografia.com.ar

Unknown dijo...

Hola como estas?, vos sabes que hace unos meses anduve por ahí caminando y no vi ninguna, no sabía que había, sigue habiendo? no vi ningún movimiento en el agua y nada, y el lugar esta cada vez mas jodido para entrar por la privatización...un saludo.