La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Las Moscas Saladas de Chile Central

Febrero... costa del Pacifico chileno. Precisamente en la línea de las rocas y arenas que se bañan entre Cochoa y Parador Miramar. Un sueño...una inquitud ...un fuerte sentimiento de pescar en esas aguas raras... para mi pescador de montaña. Acompañado siempre por el temor de lo que uno no conoce.
Todo comenzo esa mañana cuando el conocedor local, Ernesto Irrazuris pescaba de paso por Cochoa. Su objetivo era la Corvina Negra. Un animal sumamente fuerte que se acercaba a las playas a alimentarse.

También yo...quería alimentarme; de las respuestas a mil cuestiones que Ernesto con su inmensa simplesay rustica sabiduría... respondería.
El sistema costero de este sector se basa principalmente en formaciones alternadas de playas y rocas. En las playas, podremos observar líenas de profundidad (lo que llamaríamos comunmente veriles) que se mueven rápidamente acorde a las corrientes locales, marea y oleaje entre los 14 y 25 metros aproximadamente. Las inalterables rocas albergan sus grietas duros Cochayuyuos. Cochoa es hoy un pesquero con historias. Historias de buenas capturas pero, lejanas...ausentes, casi míticas. La zona tiene buenos pozos, buenas costas. En la mañana temprano se podian ver corvinas avanzar la rompiente para ganar algunas pulgas.
Pero la presion de pesca constante sumada a la inminente contaminacion han alejado a los peces.


Eran avanzadas las 8:00 AM , nuestra caminata juntos nos llevo al puente de Reñaca, donde él realmente iba. Era ahí.. cuando la primera mosca Minow Orange (atada en anzuelo degradable #3 , cabeza minow roja, cuerpo de Lana Naranja y lastre, de plomo, Cuerpo de Marabu Naranja con mucho Flash, Hacle de Gallo y laterales del mismo material) ,se salan por vez primera; fueron muchas las ganas como los lanzamientos. Lïnea armada sobre multifilamento con un gran split shoot de 50 gramos y un lider de 5 pies 2x. La estrategia era simple: desde un peñasco lanzar en abanico antihorario y terminar lanzando hacia la rompiente desde atrás.
Las gaviotas de esa hora con sus estridentes chillidos volaban a metros de mi. Intentaba por momentos sustraerme del lugar y pensar como pensaría ella...lahora la corvina. IConfiezo ...me sentia extraño, como engañando a una Arco Iris soñada....casi adultero. Intentando por momentos tomar conductas similares a los salmónidos.
Permanente consultor de mis custionamientos, mi improvisado y oportuno guií, me sugería -más a la costa-. El sentido común me indicaba en cada tiro, lo contrario y mis músculos me engañaban. El viento no era problema dado el peso del split shoot...era mi voluntad ...y mi practica truchera el problema verdadero. Fue cuando la mosca casi cáe en la costa arenosa, al instante, me encu
entro con una sucesión de jalones , levanto y la inmensa corrida hacia adentro me acelera los pulsos. La fuerza era uniforme sin sobresaltos...solo podía frenar prudentemente el carrete, porque en realidad...y esto es una regla del mar...no sabía que habia prendido.

El grito de
Ernesto anticipa, CORVINA. Con gran agitacion traigo, mientras la corrida se hacia profunda y de pronto.... volvía a mí. a contra marcha Así mis manos no alcanzaban y mis ancias tampoco. Unos pocos minutos duro la batalla. Cuando con pies mojados tomo la captura y la mido. Un excelente animal de fuerza incontinente. Acostumbrada a comer el las fuerte corriente y olas de la costa.

Inmediatamente Nicolas, mi hijo...toma la cámara y la captura en imagen, sobre un improvisado escenario de profano PVC. Sorpresa para el pescador lugareño dado que me aseguraba que la mosca no andaba para esa zona. Recordaba en mi interior decenas de capturas de corvinas, lenguados y pejerreyes con mosca en la zona, con mi entrañable amigo Pato, artesano del Muelle Vergara pero, cobre mi silencio... como tesoro de pescador.


El acuerdo fue.... reencontrarnos al crepúsculo en la zona del Miramar., y así fue. Al llegar...lo miraba desde las escaleras de la mínima playa dejada por la subiente ... Saludo a mi compañero y me dirijo a un rincón a armar mi equipo, esta vez utilizé una vara #6 de accion media con linea especial, construida por el conocedor. Era muy simple un running de multifilamento de 200 metros , el torpedo era un split shoot de unos 30 grs, y a partir de ahi un lider conico de 7,5 pies terminado en tiped 2 x . Ivamos en busca de un pez que entraba a la marea creciente a esa hora, a las 20:00 pm, a esas bañadas arenas... el RÓBALO. La tecnica sujerida por el conocedor fue simple ...a solo diéz metros de la línea de ola muerta, donde hace espuma la misma. Sabía que mi equipo lo lograría en esas condiciones de viento a favor. Se sucedieron mil y un lances, cuando ya la tarde roja del mar se vestia de negro Valparaiso, mi mosca es tomada por un Róbalo de tres kilos que corre aguas adentro... más de cien metros de bucking tomó el retroceso del pez. Levantando la caña y trallendo más allá de la capacidad, pero sin pausa. Al llegar a la rompiente nuevamente escapaba hacia la mar ... asi durante unos veinte minutos. Cuando el cansancio la llevó a la espuma que lame la arena y se hizo captura al fin. Mi copo dulce... se salo nuevammente y se expandió al máximo. Las aletas dorsales del pez se agitaban tratando de tomar ventaja. Una gran pelea....en un planeta extraño...otras imagenes y sonidos, otros códigos, pero en fin... las mismas plumas de mi caja impregnadas de sal. END

Autor: Jorge Aguilar Rech
Fotografias: Nicolas Aguilar y Benjamin Aguilar
Agradecimientos: al conocedor Ernesto Irrazuris.

1 comentario:

NOEL dijo...

me gusto el relato