La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

The Trout Fighter

Habían pasado mas de dos mil varas en estos cinco años por mis días de guía. Muchos pescadores con mosca con decenas de aptitudes, lenguas, virtudes, habilidades y probados expertices. Un gran tesoro de historias, capturas y desafíos. Temperaturas bajisimas como también abrazadoras, vientos y calmas silentes. Truchas gigantes y atrevidas Truchas Par, que apenas superaban el tamaño de la mosca. Un puñados de arroyos, lagunas y lagos, ríos y mar. Ya me parecía extraño no vivir esa historia particular con una de ellas hasta ese día.

Corrían los días de verano en Mendoza. Al sur... donde el diablo perdió el poncho. Tal vez se lo voló el Puelche. Viento malo, arrebatador, intenso y poderoso. Pero aun no eran días del viento del diablo. 
Estábamos en una laguna andina, perdida en los mapas, olvidada del tiempo. Buscando gigantes de mito, esquivándole al sol que enardecía los Celcius, al viento. Peleando con el musculo ardido de lanzar. Motivado solo con el ímpetu del fuego interno del pescador y el sueño de la captura.

Dos pescadores... ella y el. William y Kelly oriundos de los Estados Unidos. Felices, alegres y frescos. Su actitud era la de los gigantes. Sabían que la laguna les daría pelea. Ellos estaban preparados. 

La laguna nos recibió con vientos rancheros feroces. Cual pastor, el viento arreaba a un millar de corderos hacia el Noreste. Sumado al sol que nos partía el ánimo y lentamente nos secaba la boca. El primer día era perdido después de tirar sobre la partida centenares de moscas. Pero solo fue una batalla. Y los grandes pescadores, saben que eso no significa nada. Con la motivación intacta, la noche nos abrazo, anestesiando el dolor con unos vinos mendocinos, que todo lo curan y reparan.


Las primeras luces del alba, esas que apenas vencen a la noche con colores rosados y turquesas, las acompañábamos con unos mates y sopaipillas fritas a la grasa de cordero de Doña Topa. En la laguna, el innombrable aun no despertaba. Rápido y con un sigilo incomprensible, tal vez para que el viento del diablo no despertara nos subimos al catarraft. Solo el revuelto de los remos en el agua se escuchaba. Dormían hasta los teros. Comenzaron los lanzamientos de ambos. Con cortos lideres y tippets 3x, tenían atados una Rubber Leggs en alambre #6. la linea de navegación era próxima, a no mas de 25 metros. Kelly, dado que era una principiante, lanzaba lago adentro y profundizaba, intentando levantar a alguna Arco Iris del veril profundo. En cambio William, quien presentaba un nivel avanzado en estas aguas, lanzaba hacia la costa, cercano a los palos. Solamente le indicaba donde habían manchas marrones o verdes en lo profundo para evitar la perdida de moscas por los furiosos enganches. Eventualmente, el viento se desperezaba pero afortunadamente no soplaba a mas de 10 km/h. 


En instantes, un violento ataque en la vara de William es contrarrestado con una clavada y los brazos en alto. La trucha corría a lo profundo del verdín. Subía ferozmente y saltaba. Segundos mas tardes y para nada vencida, descansaba en la cubierta del catarraft para ser devuelta al verde profundo. Era una trucha muy combativa,  de tamaño mediano para el promedio de la laguna le comente. Sus ojos brillaron y me desafió: -Vamos por la mayor!-. Mas allá de mis felicitaciones, William estaba inquieto. Tenia en sus cast esa energía del pescador que busca en cada tiro. ese fuego sagrado inconfundible. Sabia que no se conformaría fácilmente. Pasaron unas horas y tal vez... fueron dos trucha mas de similares características las que capturo. Pero la determinación, el mensaje, la meta, era pescar  a esa trucha de 4 kilos.

Ya el tippet estaba cercano al 2x. Múltiples enganches nos habían expuesto a la necesidad de atar una sección nueva de 3x. Pero seria en el próximo cast. Justo en ese instante, en ese preciso momento, veo unos metros mas adelante, una formación perfecta. Unas ramas abundantes y entre ellas un roquerio desde el cual filtraba agua hacia el perfecto veril. La pureza del verde profundo vibraba. Era un líes perfecto. Mi pulso se aceleraba y le susurro: - atención a las doce, un perfecto pool, lanza dos metros antes del filo del agua, trae rápidamente durante tres segundo y espera otros tres, luego trae mas lento. El mandato fue cumplido. Como excelente pescador y con experiencia, hizo todo lo necesario e indicado. Ahí fue cuando una vaca, gorda y maciza hizo estallar el agua. Había atacado a la Rubber Leggs la trucha que había estado buscando. Inmediatamente la gorda Arco Iris nado hacia la profundidad del veril. Cosa que hacen las truchas expertas y avanzadas de edad. Alejo la embarcación para que no se enganche en las enramadas, y vuelve a saltar. Un perfecto cuerpo roso plata se luce en los brillos de la mañana avanzada. Era enorme y poderosa. Tomo linea y varios metros, mientras William especulaba con la longitud de carrera, para evitar el enganche en los profundo.


En un instante, sube a la superficie y se muestra. Vimos su cabeza... sus ojos y cuerpo. Era un animal de unos 6 kilos. Instantáneamente se ladeo y se impulso furiosa a lo profundo del veril. Fue incontenible. No la podía frenar. De pronto William se percata que se había enganchado en un arbusto hundido en el veril.  Desesperado, movía la vara para un lado y para el otro, intentamos rodear la, pero seguía ahí.   Le sugiero que profundice el tip de la caña e intente desenganchar la linea. Lo hace  y logra desengancharla. Vuelve a correr  y nuevamente se mete en otro arbusto hundido. La pelea a estas alturas era estas alturas era feroz. El hombre contra el pez, el pez contra el hombre.  . Quien era mas rápido, quien mas inteligente. Quien seria el abatido y quien el triunfador. Llevábamos mas de diez minutos de batalla y nuevamente el pez enganchado. Mete el tip en el mismo sentido de la linea tensada y se anima a meter toda la vara para al menos recobrar la linea.  Al levantar la caña, solo del agua había salido la mitad, dos tramos se habían quedado en lo profundo del lago... o tal vez la trucha, el monstruo declarado a estas alturas de los hechos, se la había apropiado como trofeo de guerra. No pudimos evitar pensar en eso. 


Levanto la mirada y veo a Kelley sorprendida, con la boca abierta mirando a William. Doy vuelta la mirada y lo miro en ropa interior. Presuroso se lanza al agua y se sumerge. Mi mente alterada por la rapidez de las acciones de William. Tenia el salvavidas a mano y solo esperaría unos segundos. Inmediatamente, cual Rey Arturo se impulsa hacia la superficie y blandiendo los tramos de la vara, emerge. Sorprendidos y sobrepasados, lo asistimos.  Entre dientes murmuro: - No te llevaras  mi caña!!-  William no había permitido esa deshonra, ningún caballero debe ser de despojado de su espada. El salvo su honor recuperando su caña. El pez... tal vez haya huido espantado seguramente. Puedo imaginar ese instante bajo el agua, puedo sentirlo... hombre y pez- pez y hombre cuerpo a cuerpo. 

Segundos mas tarde, el heraldo William fue rescatado de las frías aguas, y sin perder la condición, se puso ropa seca y continuamos el viaje. 


Jamas olvidare a William y a Kelly. Solamente esa noche, después de brindar por él, con mi mejor vino,  le regale mi humilde y desdeñada gorra celeste de la fortuna, que me acompañara por años. Ahí se pronuncio como el Peleador de Truchas, el Trout Fighter. Él me obsequio  la suya de la Universidad de Tenesi como devolución del gesto.  En mis recuerdos quedó ese instante. Eterno, lleno de acción, alegría y dinamismo. Donde la determinación del pescador fue al extremo y cuerpo a cuerpo con el pez. 

Y ahora... que vuelvo a recordar la gesta, aparece en mi memoria su última frase el lago, que cual sentencia de  guerrero pronunciara en su lengua: I will  be back. END

Autor: Jorge Aguilar Rech
Edición: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Pablo Aguilar
Todos los Derechos Reservados
BROWN TROUT ARGENTINA

Copyright 2020


No hay comentarios: