La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

El Manzano. La gran Fontinallis del Arroyo Grande.

La sincera seducción de un arroyo de Montaña.



Existen ríos de todas las formas y tipos, con mucha agua, con muy poca, torrentosos, muy tranquilos. Con el correr de los años fuí conociendo gran cantidad de ríos, pero en estos últimos... me acostumbre a pescar en ríos tranquilos, con muy poca agua, muy lentos, llenos de flats, y de truchas aletargadas por las altas temperaturas de la primavera y el verano. Me acostumbre a los ríos serranos, en particular los de la sierra de San Luis, pero nunca deje de recordar mis comienzos, nunca olvidé el agua fría penetrante y poderosa de los arroyos de montaña, y cada vez que los tiempos me lo permiten, vuelvo a ellos con la máxima ansiedad, y con la mejor actitud.


Recuerdo muchas cosas de mi niñez, pero hay algo que nunca olvido. Aalgo que está siempre presente, algo que en este momento añoro. En el mejor de mis recuerdos están mis vacaciones en el Manzano, los primeros pasos en el mundo de la pesca, alzado en los brazos de mi padre, con tan solo tres años, yo... era su único compañero , en una mano estaba yo, en la otra una humilde caña de pescar, mi primer maestro mi padre, tengo imágenes de un río enorme, torrentoso, tengo el olor de la comida de campamento que hacia mi mamá. En ese momento alguna de las truchas pescadas. Tengo... el olor de la mañana, el de la tela de la carpa, es así como recuerdo a ese frío arroyo de montaña, el Arroyo Grande de la Quebrada. El verdede su cordillera eterna.


Pasaron los años y quedaron los recuerdos... pero volví con mi caña de mosca. Aprendí mucho de un gran amigo, Hernán Ortega. Después, sólo me animé a sus aguas. Lamentablemente, poco he podido disfrutarlo en los últimos años, pero cada vez que se presenta la oportunidad de volver, lo hago sin dudarlo.


Tengo fe en el arroyo. Su rigurosidad técnica, al menos... en su cuenca alta. Me motiva pescarlo, y hace que séa... un sector poco visitado o menos visitado. No hace falta ser un experto para poder sacar un buen pez en ese lugar, lo que sí creo es que hay que tener ciertas precauciones. Así lo asevera mi amigo, pararse en el lugar justo, y cuando digo justo, me refiero a mirar bien estudiar el lugar, la roca donde pararnos, para que cuando utilicemos nuestra técnica up stream, creo la más efectiva en este tipo de arroyos, nuestra mosca derive correctamente sin ser arrastradas por las corrientes produciendo el drag o sacando a la mosca de la visual del pez o de su campo de acción. Donde la trucha pueda tomarla con el gasto mínimo de energía. Poner la mosca en el lugar adecuado... esto, va de la mano de pararse en el lugar correcto, estar cómodos, y poder colocar nuestra mosca en el lugar adecuado. En el rincón más estrecho o en la corriente justa que permita meternos la mosca en el lugar preciso, donde creemos está nuestra trucha. Debajo de una piedra, en la junta de dos corrientes, en la cola del pozo.


No tenemos que colocar la mosca en aquellas corrientes que la desplacen sacándola hacia afuera o paseándola por lugares inadecuados donde la trucha no puede estar, quizás son cosas obvias, pero hay ríos en los que tanto de esto no es necesario, las truchas salen igual, en este lugar no, la mosca tiene que pasar justo por el lugar adecuado.


Atar la mosca justa, un factor fundamental. Tener conocimiento de la comida más frecuente de estos peces. En este arroyo las condiciones químicas del agua permite el desarrollo de grandes poblaciones de tricópteros, efémeras, y principalmente plecópteros. Estos constituyen la fuente principal de alimento de las truchas. Observar el color de estos insectos es importantísimo, generalmente los colores beige, marrón claro, y oscuro son los preferidos, y las mejores moscas por experiencia propia y de mis maestros, son las menos elaboradas, atadas en anzuelos Nº 8 , 6 y 10. Pero personalmente en este lugar, prefiero las más grandes y en los colores claros naturales de los insectos del lugar, plecópteros preferentemente.


Considero que una mosca muy elaborada en un río con estas características presenta la misma o menos posibilidad de pesca que una hecha con mucho menor esfuerzo, la velocidad de las aguas y su gran agitación no permite que la trucha vea sus detalles.




Agrego algo más a las técnicas de pesca en el Manzano Superior...control total de línea, para lo que recomiendo, usar leaderes cortos del tipo braided, de apenas 1.40 metros, con un tippet corto no más de 60 cm, en mi opinión entre el braided y el tippet no tenemos que superar 1. 80 metros.

El control total de la línea no significa leader corto únicamente, sino que se necesita además, trabajar con muy poca línea afuera y, en rara ocasión utilizar unos metros de más. Trabajar con poca línea me ha resultado muy efectivo, cuando digo poco me refiero a casi castear con el leader, 1 a 3 metros de cola de rata según la ocasión. Considero que al trabajar con poca línea en este tipo de arroyos, podemos casi sentir la mosca en nuestras manos y saber en dónde está, sentir su deriva a través del agua, y manipularla como nosotros queramos, con unos simples jueguitos de la mano izquierda, en mi caso, y levantando la punta de la caña o agachándola, créanme me ha resultado efectivo.


Como ya muchos saben el arroyo Grande de la Quebrada, alberga truchas de todos los tamaños, Fontinállis y Arco Iris. Particularmente las Fontinallis sálen... cuando realmente el agua está fría.


Paso a contarles brevemente una jornada de pesca, en el mes de Octubre hace unos años, lo considero un excelente mes para pescar en este arroyo, por que el caudal del río es fantástico, aunque a veces algunas truchas todavía están esquivas.



Era el 15 de octubre del 2007, un día hermoso soleado, con un paisaje particular, una tormenta de nieve del día anterior, dejo una sábana blanca sobre la cordillera, cubriendo cada roca sobre el arroyo y allí estábamos.


Hasta el medio día la pesca fue hermosa, dos increíbles Arco Iris de 1,00 Kg, fueron tentadas con nuestras moscas para darnos el gusto de devolverlas al agua.


A partir del medio día hubieron algunos cambios en el color del agua, supusimos un deslizamiento en la parte superior de la cuenca producido por el aporte de humedad al terreno... por el deshielo.


Esperamos una hora y mágicamente el río volvió aclarar. Partimos a pescar nuevamente. Eran las 18:30 aproximadamente y el sol se escondía tras la imponencia del Punta Negra. Aquí... sucedió, ese mágico momento esperado. Mi mosca deriva en una pequeña corredera...dos truchas suben por ella y no la toman. Un nuevo intento, y finalmente sucede. Una vieja y colorida Fontinallis de 1.5 Kg, fue totalmente engañada por un horrible gusano de lana con jackle desproporcionado. La tuve en mis manos para la foto y finalmente volvió a su hábitat.


Mi Fontinallis record. Un fantástico día y en mis recuerdos una sola palabra, inolvidable.



Hace unas semanas pude volver en el mes de Octubre... después de 2 años. Realmente quedé sorprendido de ver gran cantidad de parejas de Arco Iris y pools con gran cantidad de truchas, todas juntas.


Créanme que en un mismo pools observamos hasta 7 truchas y considerando el tamaño del pozo, era muchísimo. En otro pool a la altura del puesto Capitán Lemos observamos 4 truchas.


Ese día quede satisfecho con la pesca, salieron hermosas Arco Iris de 500 grs , pero ninguna como las que tomaron mi mosca y que solo por milésimas de segundo no dejaron que reaccionara


Pero hubo sorpresa, en el último tramo de río antes de Gendarmería Nacional. Dejo derivar mi mosca... con mucha actitud y fe ese es otro gran factor a la hora de pescar, como dice mi amigo Juan Carlos Salvador :- podes castear muy bien y poner la mosca en el lugar justo, pero si no hay actitud y fe, la trucha no sale-.


Volviendo a ese momento mágico, insumido en un paisaje único, totalmente sumergido en el ambiente, y atento a cada una de las sombras, como si estuviera buceando por el río, observando mi mosca derivar. Después de apenas un metro de deriva, una enorme trucha Arco Iris toma mi Bich Creek, clavo y comienza la lucha, se deja caer por la corriente y se ancla debajo de una piedra, logro levantarla cuando la tengo a pocos metros la llevo a la orilla, en un nuevo intento de escape, mi mosca se afloja y la trucha gana su merecida libertad, pero me deja pensando... que animal increíble!!.


Satisfecho porque pude clavarla, pude engañarla y sentí haber hecho las cosas bien, pero pensando que ese ejemplar que ese pez hubiera sido mi record personal en ese arroyo.


Créanme que era un animal muy ancho que me llamo la atención por su gordura, y lo tuve a menos de un metro, solo dejo que la viera.


Me dejo replanteando y pensando en la calidad de ríos que tenemos los argentinos. En la calidad de agua, y en tanto que tenemos ... no conocemos o no vemos. Nuevamente este arroyo me muestra un poco de lo que puede dar, tratando de seducirme aún más, tratando de conquistarme nuevamente. Y si bien ya lo ha hecho y, con esos juegos de seducción me atrapa ...soy un esclavo más de sus maravillas. END
Autor: Sebastian Pagano
Fotografía:Sebastián Pagano
Compaginación: Jorge Aguilar Rech

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