La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

El Mendoza. Río que te nombra.



Como madre, nos da vida. Como madre nos llama y como ella, nos cuida. El río Mendoza... esta  magnífica y etérea expresión de la naturaleza, que se escurre entre valles, desde el Andes hasta la árida y desértica llanura, es protagonista por estos días de otoño, de una de las experiencias mas bellas que nos puede brindar a los pescadores. Las truchas ascienden en franco frenesí... a las cuencas de desove. Y como espectros de osos nórdicos, los pescadores esperamos en cada pozon, para pescarlas y devolverlas al río.

Lo hacen desde el Potrerillos gigante, ahí... donde el cielo mendocino, pidió permiso para dormir una siesta. Rumbo al Uspallata y en el camino, se hallan con los lechos aptos para el desove. 


Miles de Truchas Arco Iris y Marrones que, desde el lago... ascienden, Lo acusa su lomo olivaceo, su blanco vientre y cola escotada. También las browns, lo hacen ataviadas mas que nunca...con lunares rojo furioso. Mostrando un esfuerzo feróz, en su delgadez, en sus escamas y en sus batallas enérgicas.

Hoy... el río despierta, aunque dormido en verano, el frío nos muestra como manto de seda, sus frutos bellos en la casi transparente agua. 

Con el sueño de pescarlo y en algunos casos, las cañas cansadas de las batallas de temporada, nos despertamos murmurando el llamado de la madre: el Mendoza.



Entre semana, le robábamos las horas a la labor citadina, a la oficina, al estudio y al trabajo y como un llamado inconscientemente inevitable, pasábamos entre las viñas de Cobos, de Catena Zapata, casi sin mirarlas.  Ya que a kilómetros adelante, como un pasaje a la experiencia, el  puente férreo nos llevaba a las viejas ruinas del tren trasandino, que a esta altura, fueron casa, hogar y refugio.

El aire limpio nos golpeaba el pecho y nos zumbaba en la cara. Mientras el sol apenas se atrevía a hacernos sombra.  Un zorro colorado nos seguía los pasos. 

Mi vara ansiosa... se ensamblaba con la incontenible alegría de estar ahí. Una Scientific Anglers Wet Tip de 150 grain, se enhebraba en cada pasaihilo. Sintiéndome cual violinista afinando su instrumento. Repasaba cada detalle, cada ensamble... cada accesorio. 

Eran las  14:00 de un día pálido de otoño, cuando a la orilla del río... Sergio Vicente, dominaba el plateado reflejo del agua, con sus primeros lances.



Río abajo, me encontraba con Carlos Reta, haciendo algunas observaciones de  macro invertebrados y terrestres Causa especial en la que descubriamos una gran cantidad de Trichopteros, y algunlas larvas de Ephemerópteras, Langostas y Hormigas. Observacion que nos llevara a probar con algunas ninfas. La temperatura era baja, apenas 5,6 º C, pero igualmente mojamos algunas Hare Ear´s y Prince Bead Head´s en anzuelos # 14 y 16. 



Tras varias incursiones a las correderas... solo una inexperta Arco Iris de 300 gramos, tomaba el engaño, mostrando su fiereza en cada escama. Habia sido tentada por una Prince en anzuelo #14.


La temperatura, apenas unos grados arriba, nos motivo a comenzar a irritarlas. Así experimentamos con las infalibles Wolly Bugger Bead Head en alambre # 8 color verde parma.  Un enorme plumero para mi gusto personal, pero al parecer ... a las truchas que tentaba Sergio, no le parecía algo desatinado. Violentos ataques de cuatro Arco Iris de unos 800 gramos, arqueaban su vara T3 # 5.


La bajada, estrategia que quizás sea  poco oportuna para la practica de la pesca de ríos, era condicionada por la apenas transparente corriente secundaria,  la posición del sol y su graduación de equinoccio de otoño,  y finalmente por la geografía de la costa. Bajábamos y circundábamos el líes, o el pequeño pozo, buscando ser imperceptibles.


Con mi corderito Patch, saturado de ninfas, algunos pequeños streamers, otras leggs, tomo la recomendada Menduca. La que trabaje como una ninfa emergente. Su gran volumen muddler... y brillo verde blanquecino, fueron infalibles al momento de irritar a una bella, plateada oliva Arco Iris de unos 800 gramos. 


La bajada se prolongaba hasta el primer puente de hierro. Fantasma helado de un pasado ferroviario. Ahi abajo, estaban algunos pescadores amigos. Lo que motivó el encuentro, el abrazo y junto a la tarde... mi retorno. Lo hacia feliz, silvando alguna cancion de mis recuerdos, por las vías del tren. A lo lejos, pero cercano, a esa hora mas verde, mas blanco el Mendoza rugía tenue, suave. Mezclándose entre el silbar viento, de las jarillas, los brillos que se apagan y las sombras de la tarde.END


Autor: Jorge Aguilar Rech 
Fotografía: Jorge Aguilar Rech
Edición: Jorge Aguilar Rech


BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2011

En búsqueda de la perfección.




El acto perfecto es  sin dudas, un sueño. Sueño que surge recurrentemente y, solamente en algunos pescadores. Ya,  cuando quizás... los arroyos, colmaron su alma de historias, los ríos le brindaron incansables batallas y alguna decena de lagos… explotaron en capturas. 


Un desafío constante. Un impulso a exigirnos más, a dar más, a buscar, investigar, practicar. La perfección en todo movimiento, en todo acto. dentro y fuera del río. Eso, le da un matiz deportivo a la pesca con mosca. Siendo este a la vez, un sentido que no es único y puede ser tomado acorde al perfil individual de cada pescador.

Pero vamos por mas aún, cuando nos planteamos, nuestra intromisión en el ambiente, la observación entomológica, las particularidades bio ambientales de nuestro pez y convencidos de esa importancia…buscamos agudizar el conocimiento mismo de cada una de los factores. Así llegamos a definirnos como ambientalístas.

A través de los años…. descubrimos que todas estas experiencias, poseen un patrón común.  Henrik Mortensen, en The Perfect Cast lo insinúa. Personalmente creo que este guión, esta partitura, sin llegar a estructurar el acto de la pesca, nos permite vislumbrar etapas que en sí, son parte de la pesca; siendo esta un acto grande y general.

El primer impulso ante una jornada de pesca, es la  aproximación al ambiente desde afuera. La lectura física, cartográfica, meteorológica, los relatos, los antecedentes de la observación entomológica. Es la programación de una salida. Desde aquí …pescamos.  Desde aquí, se desprende, la elección de ambiente y fecha,  la elección del lugar, la logística y la evaluación meteorológica pronosticada . El lugar elegido, sin dudas corresponde a esas necesidades de pesca,  a satisfacer; puntualmente que queremos vivir, conciliadas con las ventajas y desventajas reales y o potenciales.



La naturaleza se expresa en distintas formas a lo largo de las regiones. El mensaje que recibimos de entorno por ende será distinto. Por ejemplo,  pescar en el Río Rivadavia  es diametralmente distinto, a hacerlo en Dique Potrerillos. La natura transmite una cuadro distinto a nuestra mente y que nuestra psiquis,  lo percibe. Preparándonos como predador de cumbre, para cada uno de ellos. 

Ese entorno es el que en definitiva determinara nuestra expectativa y nuestra experiencia de pesca. Decía mi amigo Jorge Chaine, en su exquisita pragmática - Kilómetro recorrido debe proporcional al tamaño de trucha- . Es  un gran motivador el tamaño . Aunque debemos ser certeros en los estímulos que se buscan. Por ejemplo el tamaño, que probablemente nos de una experiencia violeta y fuerte batalla. O tal vez nuestra intención sea pescar acorde  una modalidad especial y el tamaño reúne la segunda prioridad. O tal vez nuestra búsqueda se oriente solamente a una especie.  Este paso es uno de los mas importantes. Muchas salidas han resultados funestas por equivocarnos en el día, el sector y modalidad de mosca; creando falsas expectativas a la hora del disfrute.

La aproximación al ambiente se realiza en seco. Es decir desde una carta geográfica, mapa, o navegador de internet. Ajustando la experiencia buscada a las distancias a recorrer, clima, tiempo, estación.

Una vez determinado el destino, y ya posicionado en él…. esta aproximación es mas inmediata y palpable. La lectura comienza a ser mas diversa y a la vez especifica. Abriendo el abanico de factores de observación y determinando características particulares de cada uno de ellos.

Primeramente es interesante observar el estado de las aguas: se hallan turbia, lechosas, claras, grises. Esto determinara in situ, nuestra condición de pesca. También debemos considerar el viento, y la posición del sol. Así podremos tomar verdadero conocimiento de los elementos exogenos. Esta data es muy importante al momento de la presentación y el engaño.

La lectura física se desplaza desde lo general a lo particular. Ya vista la condición, de curso o simplemente del agua, comenzamos a distinguir estructuras, dentro del río, arroyo o lago. Los lies… donde el animal podría estar preferentemente.



Desde esta determinación, deberíanos elegir un sector no invasivo pero apto, para la observación.... ya sea visual  o entomológica. Lo que menos se desea es perturbar el ambiente con sonidos, sombras, vibraciones u otro factor. Esta observación, debería ser realizada varias veces en la jornada, dado que cada sector del río y cada hora en especias hacen variar la misma.


Una vez incorporada a nuestra tabla mental de datos, todas estas características, recién ahí... pasamos a la elección de las herramientas tales como caña, mosca, línea, tipett, líder y demás aditamentos.

La elección de estas herramientas no es al azar. Habiendo observado el ambiente en la parte física y morfológica, relacionándolo con el viento, y ajustándolo a las potenciales capturas a obtener, resultara en la elección de nuestra vara. Número, pies y acción.  También desde aquí, deberíamos cargar nuestro reel con linea adecuada a las condiciones físicas, dinámica, alimenticias, lumínicas del sector a pescar. Por correlación , debemos atar nuestro leaders y tippet. No es aconsejable dar por sentado nada. No es ideal traer todo armado. Solo algunos experimentados y afortunados dan con la clave exacta. Trayendo la receta desde casa. Recordemos el carácter dinámico del ambiente. Por ello de sus seres habitantes. Lo que hoy sirve…mañana no.


Pero estas recetas, le arrebatan el arte, el encanto, para otros la ciencia, a nuestra actividad. Nos acota a simplemente pescadores, y nos olvidamos de la mayor distinción.... que lo hacemos con mosca.

Un desajuste en alguno de estos factores, producirá el desbalance de nuestras presentaciones, o buscar a nuestras truchas abajo y están arriba, no ajustar por ejemplo el tippet lo suficiente para presentar a la mosca adecuadamente, relacionado con el numero de caña.

Somos presentadores de moscas, y no lanzadores de anzuelos emplumados. A esta presentación debemos animarla con consecuencia al ambiente y acorde al patrón emplumado. Esto indefectiblemente requiere observar. Observar como nada un alevín, como se desplaza una ninfa u otras distintas situaciones dentro de los ciclos y cadenas dentro de la biota del lugar. 

El fly…además tiene esos detalle que diría el arquitecto, Mies Van Der Rhoe…- Dios, esta en los detalles-. Y acá esta Dios, quien en el cielo debe pescar con mosca. La avanzada técnica se combina con el arte y la belleza absoluta es la resultane de cada elemento diseñado. O debería serlo. Todo este arte, esta avanzada técnica, esta exquisita combinación entre el bambú y el mimbre con el fly tech de las fibras Matrix es.... materialmente hablando la expresión de esa búsqueda y evolución continua.

Presentada nuestra mosca, en el sector elegido, y de la manera que ella nos determine, comenzamos ha realizar el trabajo de la misma. Hablamos de presentación dado que no es lo mismo lanzar una terrestre, la cual cae literalmente al agua, a una Caddis que se posa delicadamente. La presentación debe ser referente al patrón de la mosca y consecuente al trabajo que esta una vez en el agua le imprimamos.




El trabajo de la mosca, es fundamental al momento de tentar o estimular a un pez.  El reflejo alimenticio, responde principalmente, a una estrecha relación del patrón, color, movimiento y y visibilidad. Si no existe coherente relación entre estos, el pez, duda, se asusta o simplemente retrae su instinto de alimentación. También podremos estimular al pez usando un recurso conocido, la excitación o irritación. este estímulo requiere otros tópicos menos sutiles que los anteriores y requiere patrones mas voluminosos con colores de mayor rango de onda, brillos y un trabajo secuencial  simulando natación. La trucha ante ellos reaccionara por ataque, en defensa de su territorio, simplemente por irritación y en ultimo caso por empatia alimenticia.



Cada mosca...cada atisbo de pelo, pluma o flash, tiene por único objeto provocar un estimulo. Estimulo que es al fin, un engaño. Engaño que debe ser acompañado por la animación de este cuerpo inherte. Esa animación debe ser coherente al patrón formal de la mosca. La naturaleza responde a las coherencias en prima face. 


Si hasta este punto, hemos hecho todo acorde... la primera premiación se hará presente en el interés del pez. El mismo se sentirá atraído, en primera instancia y, este lo observara. dependiendo de las características del agua, y su transparencia, podrá hacerlo en mayor profundidad o se podrá conformar con imágenes menos nítidas. 




Cuando la trucha, toma el engaño lo hace de distintas formas. Estas responden a exclusivamente el estimulo ofrecido. El animal tiene bien claro el método de ataque a un adversario que necesita neutralizar, al de una emergente en los últimos centímetros del agua. así tendremos en nuestro pulso, distintos ataque a nuestra mosca que necesitaran una reacción diferente al momento de clavar al pez. 


La posterior batalla, se relacionara a la estructura del ambiente donde se encuentre la trucha. Podrá potencializarse sustancialmente si la misma ocurre en un río o arroyo que una en aguas calmas. es una cuestión de fuerza y aclaración y masa. Esta ultima refiere al tamaño.  La pelea debe ser una batalla justa. el pez libera entre otras sustancias... ácido láctico, lo que en sus estado de saturación podría ser mortal. Esta pelea justa deberá medirse en base a la vara usada, y específicamente el tippet usado. Presionar demasiado el sistema, colapsara alguno de los fusibles; mientras que, prolongar demasiado la lucha, dará por muerto al pez.

 Eh aquí, un punto crucial. Que a los hechos... ningún pescador, debería ignorar. Someter a un animal a una lucha excesiva, lo precipita a una muerte penosa y dolorosa. Por ello si por distintas circunstancias, la batalla se ha prolongado por demás, debemos estar consientes de ello. La liberación de un pez herido, maltrecho o débil, solo libera corriente abajo nuestra culpa.


Aquí se comienza a transitar el escabroso camino de la ética en el trato del animal. Adhesión que se vera aplicada tanto si es decisión del pescador la liberación o el sacrificio.


La liberación del pez, debe ser siempre la consecuencia del análisis y síntesis de las anteriores circunstancias, reglamentación, cupo y finalmente una determinación personal. El manejo técnicamente adecuado de la presa, debe ser una constante.


El sacrificio, si esta dentro de nuestros planes, posibilidades o simplemente así lo decidimos, debe ser ético. Explicando el concepto de muerte digna como aquel sistema que permita la muerte inmediata del pez. Recomiendo un sistema que aprendí pescando en Suiza, una punsion con un elemento de unos 5 mm en la zona superior de la cruzada ocular. Inmediatamente observaremos la inmovilidad del animal, brindándole una muerte respetuosa y digna, si se me permite la licencia. 


Una de las sensaciones mas placenteras de una jornada de pesca, es la conclusión de este acto. Acompañado de amigos, sin trofeos, sin competencias ni egoísmos. Amigos que no corren tras el primer pozo, o se vanaglorian de sus capturas. Gente que enseña, y aprende de los demás. Hermanos míos, del cóndor, del carancho, del cangrejo y de la trucha.  Brindados tal vez ... a las artes cómplices de la vid y las carnes asadas, o simplemente un aperitivo a la orilla de algún cañadon. Esa es la mística que cierra a modo de telón  esta obra. La que se vive en nuestros sueños, la que se disfruta a pleno, cada vez que ocurre. Lo que se jura entre amigos... volver a repetir. END.


Autor: Jorge Aguilar Rech.
Edición: Jorge Aguilar Rech.
Fotografía: Jorge Aguilar Rech, Sebastián Pagano, Jorge Barranco y Pablo Matthews.
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Copyright 2.011