Por un instante... odié estar en ese lugar.
El enorme y descontrolado impacto que produce al río, la actividad comercial y turística, me hizo pensar el porque estaba ahí. Un sitio sucio, pobre de paisajes naturales y concurrido como romería turística. Tierra de nadie abandonado de todo tipo de acción de protección, cuidado y control.
Germán insistía en avanzar río arriba desde este punto. Y en expresa desconformidad ideológica, y sin faltar ese resentimiento que nos surge al ver nuestros paisajes ultrajados por empresarios y políticos sociedad anónima, seguimos río arriba.
El enorme y descontrolado impacto que produce al río, la actividad comercial y turística, me hizo pensar el porque estaba ahí. Un sitio sucio, pobre de paisajes naturales y concurrido como romería turística. Tierra de nadie abandonado de todo tipo de acción de protección, cuidado y control.
Germán insistía en avanzar río arriba desde este punto. Y en expresa desconformidad ideológica, y sin faltar ese resentimiento que nos surge al ver nuestros paisajes ultrajados por empresarios y políticos sociedad anónima, seguimos río arriba.
Mi vista buscada lugares inmáculos, al menos limpios, sanos... sin poder hallarlos los primeros 100 metros de avance. Increíblemente a toda razón, a escasos metros recorridos en el tail river... un emprendimiento inmobiliario esplendoroso y a riesgo de ser barrido por las largadas de flujo hidrico, se arrimaba al río, casi inocentemente.
La basura, el ruido visual y humano se disipaban y aparecían las viejas estructuras de hierro y hormigón. Puentes abandonados y la antigua presa nos hacia sentir la inquieta sensación de estar en un pueblo fantasma.
Una dicotomía de sentimientos nos hacia pesar el lo permitido y lo prohibido. En lo arbitrario del concepto... en estas aguas. Como podría... estar prohibido acceder a un lugar donde existe un proyecto inmobiliario a metros del hilo del río. Como no existe la aplicación del reglamento. Y en su defecto... que sería lo apropiado en este tipo de ambientes de altísimo impacto. Por simple rebelión al paradigma... continuamos.
Los primeros flats... aparecían entre cortaderas , muros de piedra y rocas del río.
La observación entomológica, nos mostraba un río muy impactado. Algunas terrestre y decenas de Dragons en el aire, y centenares de Aeglas, me llevaron a probar el flote con leader trenzado Ultraligero Duck Master de 6 pies, y me arriesgada a desoír a Germán poniendo a trabajar una vara #1. Sensible Superfine, que presentaba en forma no terrena. El primer flat se conformaba verde, profundo y oscuro. El viento rachero apenas agitaba la superficie y pendulaban las cortaderas... como pintando el cielo. Me había posicionado en un lateral, presentando a escondidas, un Dragon articulada en alambre #20.
Mientras Germán, tomaba la iniciativa polar. Con una línea de 200 grains, chicoteaba una mosca de su invención, la Jabulany. La que constituía una irritadora espectacular. Su lanzamiento aguas arriba profundizo, en la quietud del flat. Inmediatamente arqueó su caña una Arco Iris de aproximadamente un kilo. Impresionante batalla entre saltos y corridas me dejaban boquiabierto, y dudando de hecho de haber elegido la #1. La captura, bella y fuerte, fue liberada de inmediato.
Germán, continuaba con su estrategia de posicionarse aguas abajo y lanzando al mejor estilo Chiche sus streamers aguas arriba.
El segundo flat... un poco menos profundo y mas extenso nos aportaría truchas que rondaban el kilo y medio. La pronunciadas batallas con las capturas, daban muchas de ellas por perdidas... dado que las tremendas sacudidas y espasmos, soltaban el anzuelo.
Mientras tanto mis Dragons, trabajadas sobre la linea de los juncales, obtenían importantes ataques, pero muy difíciles de enganchar.
Significativamente, las sombras que se imponían en el agua, eran de truchas de mas de tres kilos. Una de ellas paso entre mis piernas. Inmediatamente detecto el rumbo hacia Germán.... es decir río abajo. Tras hacerle ceñas... reacciona y posiciona su streamer en su recorrido. La trucha toma profundo, pelea muy abajo, corre hacia arriba rápidamente haciendo rizar furiosamente el reel. Luego.... como buen experto corre a favor de la incipiente corriente, dejando a Germán con la caña elevadísima y recogiendo presurosamente su línea.
Nuevamente arque su vara y pelea hacia la superficie saltando violentamente. El estallido hueco del silencio demostraba un animal grande y gordo. Así después de unos minutos, el salmónido es presa... y se entrega. En instantes... se liberaría.
Nuevamente arque su vara y pelea hacia la superficie saltando violentamente. El estallido hueco del silencio demostraba un animal grande y gordo. Así después de unos minutos, el salmónido es presa... y se entrega. En instantes... se liberaría.
El sol que caía... indefectiblemente certero en el oeste, dibujaba de sombras el río en paños de granitos y construcciones abandonadas. Los hierros crujían, mientras la temperatura descendía. Nuestro retorno estaba a minutos... cuando una sombra oscura traspasa el pozon. Toma el engaño de Germán y tras violentos espasmos, se zafa. La sombra y el destello plateado del lomo de la gran Arco Iris, que rondaría los tres kilos.
El gran dasazón del inicio de la jornada, la increíble sensación de encontrarnos con los paradigmas de las normas, la escasez de movilidad... casi hipoxoca del agua, nos insertaron en un mismo paradigma donde las grandes truchas de estos flat fueron irritadas y capturadas.
Lo increíble de este entorno es la gran cantidad de animales sanos en un medio mixto, entre lo profano, lo sacro.... la diosa natura y el yermo del acero viejo, donde lo inmenso y lo minúsculo juegan el juego de la supervivencia. END
Autor: Jorge Aguilar Rech.
Fotografía: Germán Fernandez.
Edición: Jorge Aguilar Rech.
Especial Colaboración: Gonzálo Andres Mella Fuentes
BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2.012.
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