El hombre es agua...
El agua es vida. Y ella... es agua. Agua, que desde los borbotones que transpira la roca, allá... en la cordillera, se hace niño, en los arroyos. Niños que corren, puros e inquietos entre las vegas y cortaderas. Son los arroyos, los niños del agua. Al bajar al valle... maduran, crecen y se hacen jóvenes. Jóvenes irreverentes, furiosos y rebeldes. Llenos y plenos de energía... jóvenes ríos.
Maduran... en sus lagos quietos, serenos y profundos.
La plenitud del agua en su vida terrena. Y siento ... y digo terrena, porque al ascender al cenit en ángeles del vapor, llueven vida nueva, en arroyos niño. END
No hay comentarios:
Publicar un comentario