La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Pensamientos junto al río.



La inmensa capacidad del ser humano de crear belleza, es el canal... el conductor, de la pesca con mosca. 


El hacer de algo, brutalmente instintivo... la pesca, una obra de arte, algo bello, casi perfecto... eso, es humanidad. END




Autor: Jorge Aguilar Rech.
Fotografía: Jorge Barranco.
Edición: Jorge Aguilar Rech.


BROWN TROUT ARGENTINA.
Copyright 2011.

San Luis. Pescando en el Salto Perdido.

Un lugar inhóspito. Río Grande... el Salto Perdido.  El clima por regla... poco amigable. La temperatura era bastante baja, por la época del año en la que estábamos. 


En nuestra base y antes de empezar la jornada, mientras  tomábamos unos mates bien calientes y algunos tragos espirituosos;  entiéndase por ello a esos brevajes que tienen alcohol. Todo... con el objeto de calentar el cuerpo y aclimatar el espíritu. 


Como es habitual por estos lados,  tuvimos la visita del personal de los guardapescas provinciales que,  nos  pidieron  los permisos. 


Es destacable, la labor que realizan los guardapescas en la Provincia de San Luis. Se están recorriendo todos los ámbitos en defensa de la fauna, el medio y  pescadores deportivos y ambientalista.


Nos preparamos a partir ya que nos esperaba una larga caminata de varios kilómetros antes de llegar al río. El camino no estaba en buenas condiciones, por lo que teníamos que transitar con cautela  y calculando el tiempo que se demoraba para nuestro posterior retorno.


Una vez que llegamos al lugar indicado, y después de caminar un largo rato, planeamos como íbamos a realizar la pesca. El río se presentaba en buenas condiciones, claro, con buena temperatura y con el caudal moderado y promedio.


La población de truchas,  no era muy grande...  no se habían avistados muchos peces últimamente. A pesar de que sabemos muy bien que,  cuando hace mucho calor,  los peces se aletargan. Registrando su mayor actividad por la mañana bien temprano, o al atardecer entrando la noche, influidos por la temperatura y la capacidad del agua de retener oxigeno. Pero este no era el caso. 


Los pocos peces que se vieron, presentaban buen estado de salud y con muy buenos portes. Entendíamos que la pesca este día,  apuntaba a lo cualitativo que por lo cuantitativo. 


El río tenía escasa profundidad, muy cristalino y apacible. De correderas muy suaves y pequeños flats, por lo que lo transformaba en  extremadamente técnico en relación a otros ámbitos de la zona.


Las truchas eran muy huidizas así que, las presentaciones tendrían que ser muy delicadas y cautelosas. Bajamos los tippets al máximo y, con el riesgo de corte. Especulando con los portes y la gran cantidad de rocas filosas que se presentaban en el lugar.


Antes de empezar la mojar plumas, realizamos una observación entomológica. En donde pudimos ver una gran cantidad de Odonatos, ninfas de Caddis y Efémeras.También... alguna que otra Chinche de agua de considerable tamaño. 


No dudamos en empezar probando con pequeñas ninfas de Caddis y Pheasant Tail en #. 14. Pero realmente los resultados, no fueron los esperados. Teníamos que concentrarnos al máximo en las presentaciones,  ya que en el mínimo disturbio en el agua producido por la línea, alertaba inmediatamente a las truchas. 


Así que...afinábamos cada vez mas y mas nuestros lances pro activos. Pasaba el tiempo y los resultados, como premio del gran esfuerzo, comenzaron a surgir. 


Víctor, logra clavar un buen ejemplar que, sin dudarlo estaba alrededor de los 3 kilos. Lamentablemente este cortó el tippet y huyó. La alegría y el desaliento... en cuestión de segundos. La mosca elegida... una pequeña Scud Back Dragon verde Oliva #. 12. 


La desazón duro muy poco ya que, en minutos logra otro gran ejemplar haciendo un lance cortina hacia un flat donde se situaba una gran trucha en espera de su alimento. La batalla fue muy pareja entre el pez y el pescador. La presa presentaba un gran vigor y una excelente energía vital. Después de una larga lucha, el vencedor logra recuperar esa alegría truncada minutos antes por otro titán de ese fabuloso río. La pieza era sencillamente espectacular. Condición que se devolvía al agua.


Raúl logra otro ejemplar, unos metros río abajo. El mismo era un macho de kilo y medio el que fue pescado con una Pheasant Tail en # 14. 


La jornada fue pasando, y como bien lo dijimos, la pesca era cualitativa con ejemplares muy buenos que se fueron dando cada tanto. 


Entrada ya la tarde y a punto de retornar a nuestra parada, Carlitos logra otro muy buen ejemplar con una pequeña Prince negra en # 14 el que superaba los 2 kilos largamente.


Lamentablemente no pudimos registrar ese momento tan lindo de Carlitos ya que nos encontrábamos uno del otro lejos en el río y el no tenia en ese momento su cámara.


El crepúsculo fue llegando de a poco acompañado de un vello horizonte teñido de naranja y de suaves aromas a hierbas serranas; mientras tanto nosotros volvíamos...


Una hermosa jornada inmersa de paisajes fantásticos, pre otoñales y llenos de vida, y con las ganas renovadas de volver siempre... a este encantador desafío.END




Autor: Gonzalo Sierra.
Edición: Jorge Aguilar Rech.
BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2.011

Sobrepoblación de Pescadores.Picheuta

Cuando pescamos entre muchos...
Una experiencia en el Picheuta.

Hablar de superpoblación de pescadores en nuestras tierras... tierras andinas centrales, es casi anecdótico. En nuestros arroyos, ríos, lagos y lagunas, parece sorprendente, encontrarse con este fenómeno. Lo cierto es... que desde la revolución de las vías de comunicación, y digo nuevas sendas, caminos y rutas; la promoción masiva de los páramos naturales por medio de la net, eventos, clubes , asociaciones, televisión y radios... cada vez más personas pescan, y cada vez más pescadores lo hacen con mosca.

Es ya, parte de un paisaje natural cercano, ver multitudes de personas que se introducen al medio ambiente, con intensiones de realizar actividades de esparcimiento como el campamentismo, off road, kayaquismo, trekking, pesca, o simplemente... el arte criollo del asado de cortes vacunos. Esto no es ni más... en la mayoría de las ocasiones, realizado en formas muy poco adecuadas. Formas que carecen de información, infraestructura y servicios. Gestión que los organismos de control, fiscalización y reglamentación, deberían realizar acorde a la necesidad. 

Es patéticamente natural... si cabe la palabra, ver en nuestros ambientes mosqueros, decenas de personajes entre ellos pescadores de cuchara, carnada,  boyas y quien sabe cuantas modalidades mas, pescando fuera de todo orden establecido. Tema que no sera discutido en este relato, pero no negado. El cuadro se termina y perfila, entre fogones y vidrios rotos, plásticos y ruidos varios, a todo volumen. Un paisaje que a ningún mosquero, le gusta o busca en el mejor de los casos para pescar.

Es una realidad avasallante, la cantidad de contaminación que reviste nuestra cercana natura. No existen biomas cercanos que no presenten el corolario de plásticos, chapas, hierros, vidrios sin dejar de ver, la completa tabla periódica de elementos, que se incorporan a nuestras aguas. 

Sin pensar en ello, emprendimos una mañana temprano, el viaje hasta el Arroyo Picheuta... el arroyo libre. Ese curso de agua, que fuera arrebatado por un prepotente usurpador. Liberado por la Asociación Mendocina de Pesca con Mosca, para todos.  Buscándolo como el arroyo mas limpio... claro y cercano.

Así... junto a Ulpiano Suarez y Luis Soria, partimos por la Ruta 7 hacia el oeste cordillerano. El cielo nos daba luz clara y cielo soleado, para la mañana que empezaba. Hacían más de dos días que no llovía en las cuencas superiores. Supusimos por ello... que estaría claro y con el caudal justo. 















Al llegar, nos sorprendió el paisaje, lleno de vehículos. Especulábamos que al menos tres de ellos eran pescadores con mosca. Pero sumaban cerca de la decena. Resignados... y a esas alturas, decidimos descender de la camioneta y afrontar la jornada superpoblada.


Las varas se ensamblaban intentando detener el tiempo... esperando la ventaja de encontrar un rincón no pescado.


Prestos y ansiosos... saltamos la tranquera aun cerrada de egoísmo... la cual en ese instante, no detuvo nuestra marcha. No detuvo a nadie.

El arroyo se abría a nosotros, un poco lechoso, crecido y caudaloso. Fenómeno atípico en lo general,  pero característico de esta temporada. Muchas lluvias... mucha agua.


Luis, tomo el primer pozo, usando la técnica de up stream para dar vida a una Hare Ear. Lo seguía Ulpiano Suarez, quien decidió cruzar a la costa contraria y tomar otra perspectiva. Mi ultimo tuno fue premiado con la primera captura de la mañana. Una solida y peqeña Arco Iris de unos 300 gramos, que tomaba una Hare Ear en alambre # 14. La que fue devuelta al seno del agua, con inmediatez.


Su escaso peso, se contrastaba con su energía aplicada a cada músculo. Su lucha por la vida y su evidente voluntad de escabullirse y liberarse, eran contenidas por mi vara # 4.


Casi simultáneamente, Ulpiano me seguía, con unas tres capturas más. Luis continuaba la racha de capturas promediando entre Arco Iris y Marrones los 400 gramos. 


La temperatura era el detonante fundamental en la actividad reinante. Sobreponiéndonos a la presión de pesca, a la escasa claridad del agua, y a las modalidades de mayor impacto. 


Era normal ver a otros pescadores en franco descenso por el arroyo, aseverando con rostros serios...que no habían capturado ninguna trucha. Mosqueros, pescadores de carnada, cuchareros. Suerte distinta a la nuestra. Suerte que derivaba del hecho de la observación etimológica, la sensibilidad especial de adaptarse a esos pequeños cambios que nos caracteriza como mosqueros.


Las moscas se alternaban cuando el ajuste en base a esa observación, nos mostraba que las  
efemeras cambiaban de color de negro a beige. No había clasto levantado, que no explotara de vida. 


Ya unos  2.000 metros arriba de la tranquera, las ninfas se reducían de tamaño. La decisión fue poner una minúscula Cooper Jhons, en anzuelo 16.  La presentación sutil, up stream me provocaba la última captura de la tarde.


Las 14:00 horas, y el arroyo nos sacaba de contexto. Donde mirábamos había gente. Más de cincuenta personas pescando. 


Enfrentar estas circunstancias, es desmoralizarte para cualquier mosquero pero, cuando no hay más... que enfrentar el hecho, lo podemos realizar con una simple técnica de organización. Tomando pozo por medio u obrservacion pasiva.  La primera, se basa en uno de los pescadores toma un pozo, el siguiente el otro y así sucesivamente. El primero que tomó el pozo deberá avanzar hasta el pozo o corredera donde se encuentra el último pescador posicionado.  Esta técnica es ideal para las jornadas donde somos muchos pescamos y el ambiente es pequeño. Así se encadena la modalidad.


La otra forma y es la que mas me agrada, es la de tomar un pozo o corredera, por medio de un pescador, mientras los otros lo observan, corrigen y guían. Así pasamos los turnos, permitiéndonos un disfrute total de la experiencia. 


Esto nos evita el correr en  los arroyos. Muchos pescadores juegan carreras subiendo arroyos y he presenciado mas de una discusión generada por el primereo de los lugares. 


Circunstancia inevitable es, la compañía ajena a nuestro grupo de pesca. Encontrar otros pescadores con mosca es una circunstancia inesperada. Pero es mucho mas determinante el hallar pescadores con carnada donde por efecto de la modalidad... diezman todo pozo, toda corredera. Lo conveniente es seguir pescando con esa dificultad y convencidos que nuestra capacidad de desplazamiento, adaptabilidad al cambio de las circunstancias, conocimiento científico y definiendo esto a una pesca pro activa.


Las uúltimas capturas sumaban unas 40 entre los tres. Todas devueltas a su contexto. Contexto extraño... profanado hasta el grotesco, por la intervención del humano. 


Pero... el arroyo inocente, se recobrara, volverá su tono sacro, puro. Volverán los duendes de las cortaderas, y el canto de sus aguas. Porque la naturaleza es así... se abre en vida donde fue agredida. END




Autor: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Jorge Aguilar Rech
Edición: Jorge Aguilar Rech
BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2011